Gilberto Pérez Castillo

Tal vez sea que la popularidad de Emilio González Márquez no pasa por un buen momento y que la calificación ciudadana a su gobierno es mala lo que motivo al Gobernador y a su equipo de comunicación a jugársela en contra de la Constitución para difundir la imagen del mandatario en los spots de televisión y radio y para tratar otra vez de explotar su lado populachero.

Emilio y su gobierno tratarán de ganar tiempo mientras el Poder Judicial Federal decide acerca de la constitucionalidad del débil artículo en el que basan la difusión de la imagen personal del gobernador en la campaña publicitaria gubernamental.

Mientras tanto, ese debe ser su cálculo, podrían ganar algunos puntos de apoyo en la opinión pública.

Y para ahondar en ese esfuerzo recuperaron la frivolidad del gobernante que durante unos minutos se disfraza de albañil y se pone la camiseta de las Chivas para ganar simpatías.

Otro motivo escondido en toda esta puesta en escena podría ser el llamar la atención sobre las frivolidades y el escándalo, para evitar que la opinión pública se concentre en hacer una evaluación del primer año de gobierno emilista, destacado por los escasos resultados.