Una de las instrucciones que los aspirantes de Morena a la candidatura presidencial recibieron de Palacio Nacional fue estar presente en Jalisco al inicio de sus “recorridos” por todo el país. Por eso, entre otras razones, el hasta hoy secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, decidió arrancar su campaña aquí en el estado, en Puerto Vallarta, el municipio más importante que gobierna su partido en el estado; en el Paraninfo “Enrique Díaz de León”, en un claro mensaje que involucra al Grupo Universidad; y en la Plaza de la República, a lo largo y ancho de la avenida México.
Y pronto se confirmarán las fechas en las que estarán aquí Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, que se presume rondarían entre lo que resta de este mes y la primera semana de julio.
¿Por qué el interés presidencial porque sus “corcholatas” hagan acto de presencia especialmente en Jalisco, un estado en el que si bien a él o le ha ido mal electoralmente, su partido no acaba por poder permear en todos los sectores de la ciudadanía, no obstante que , como lo referí en una entrega anterior, cada vez son más los perfiles de corte empresarial o que cabrían más en un partido como Acción Nacional, que buscan ser postulados a una candidatura por Morena.
Si nos atenemos a aquella frase dicha por Andrés Manuel López Obrador de que “perdono, pero no olvido”, bien podría presumir que el presidente de la República no olvida la conducta que en su contra mantuvo por casi sus dos primeros años al frente del Ejecutivo el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, no sólo increpándolo “de frente” -como suele decir-, sino generándole un entorno de oposición con una decena de gobernadores a través de la fracasada Alianza Federalista y sus constantes amenazas de salirse del Pacto Fiscal. Y que por todo ello, considera que con rumbo al 2024 llegó el momento de “ajustar cuentas” y que para lograr su objetivo puede utilizar la mano derecha o la mano izquierda, según sea necesario.
La decisión de López Hernández de iniciar su campaña -eso es hablando “en plata pura”- en Jalisco, no es cosa de última hora o de que se haya acordado “al cuarto para las doce”. Claro, tampoco tenía por qué difundirlo con mucho tiempo de anticipación a quien no debería de saberlo, sino que lo sabían quienes debían. Y así también el caso de Ebrard, Sheinbaum y Monreal.
“¿Jalisco está negociado”? es la pregunta que ronda en los corrillos políticos, luego de lo sucedido en otros estados que gobernaba la oposición y que ahora están en manos de Morena. “¿Por qué Jalisco sería la excepción?”, es la siguiente interrogante que se plantea. Hay quienes argumentan que si Jalisco está “negociado”, sería para que quede en manos de Movimiento Ciudadano por lo que le significa en particular para su dirigente nacional y dueño Dante Delgado, quien habría entregado en prenda el compromiso de no sumarse a la coalición opositora del PAN, PRI y PRD. “¿Y si lo “catafixia” por Veracruz, el estado natal de Delgado Rannauro?”, acotan los escépticos. No les falta razón para creer eso.
Pero mientras “son peras o manzanas”, hay que tener en mente la instrucción presidencial, por un lado, y el mensaje que emitan los aspirantes en sus visitas a Jalisco. Habrá que leer “entre líneas” para registrar señales ocultas de lo que puede o no venir en el futuro.
Al tiempo…