Julio César Hernández
Como si nada hubiera pasada, como si hubiese un día más en su “ajetreada” agenda del día, 13 diputados del PRI decidieron irse a comer a la “Estancia Gaucha”, luego de que se les notificó -alrededor de las 15:00 horas-, que Carlos Corona Martín del Campo había estampado su firma en el documento que estipulaba su renuncia al cargo y que se encontrada ya en poder del delegado Raúl Mejía.
Hubo quien aseguró que los diputados fueron a celebrar que, ¡por fin!, concluía esta laaaaarga telenovela que fue el “Caso Corona”; sin embargo, algunos maliciosos le encontraron otra explicación a esta “comilona” legislativa:
Por un lado, se dijo que algunos fueron a celebrar que por fin Corona Martín del Campo dejó el cargo, pues ya no querían que continuara en él; por el otro, se comentó que otros legisladores hicieron acto de presencia para celebrar que no haya quedado quien, no obstante, obtuvo el apoyo de la mayoría de los legisladores: Francisco Morales Aceves, pues pretendían que continuara Corona en el cargo.
Y es que ahí, en esa larga mesa (foto) compartieron el “pan y la sal” -bueno, más bien el corte y la ensalada-, quienes apoyaron a Carlos Corona hasta donde fue posible: Marco Antonio Barba Mariscal, Carlos Briseño, Sergio Chávez, Luis Armando Córdova, Jesús Casillas y José Luis Ocampo, y quienes exigían su salida y votaron a favor de Morales Aceves: Elisa Ayón, Salvador Barajas, Patricia Retamoza, Noel Pérez de Alba, Salvador Arellano y Mariana Fernández.
¡Ah! Pero también estuvo quien aun no siendo priista, también pedía la “cabeza” de Corona, con la advertencia de que si no salía, rompía su alianza con el PRI: el diputado del Verde Ecologista, Enrique Aubry de Castro Palomino, quien ocupó el lugar de la “cabecera”, porque hay quien sospecha que le tocó pagar la cuenta.
“Haiga sido como haiga sido” -habría dicho el filósofo de Michoacán-, no faltó quien dijo que, eso sí, a todos los diputados ahí presentes, quizás nunca como hoy esta comida les supo “a gloria”.
¿Deveras?