Horas antes de que la mayoría en la Cámara de Diputados aprobara ayer en lo general el Presupuesto de Egresos 2020 que contempla un fuerte recorte de recursos a los poderes Legislativo y Judicial, a dependencias e instituciones del gobierno y a los estados, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez escribió en sus redes sociales:

“Si el presupuesto se vota como está en las siguientes horas, Jalisco iniciará su camino para recuperar lo que le pertenece…”.

En las siguientes horas, después de haber escrito eso, Alfaro Ramírez confirmó que el presupuesto fue aprobado como estaba y que, en ese momento, consideraba una reducción de 9 mil 200 millones de pesos para Jalisco. Hasta ahora, no hay señal alguna que pronostique que se dará marcha atrás, ni para nuestro estado ni para ningún otro.

Pero, ¿qué significa que “Jalisco iniciará su camino para recuperar lo que le pertenece”? ¿Iniciará el proceso para romper con el Pacto Fiscal? ¿Comenzará a dejar de aportar recursos a la Federación y el cien por ciento de lo que se genera en el estado se quedará aquí? ¿A esto se refiere cuando habla de que Jalisco va a “recuperar lo que le pertenece”? ¿O todo quedará simplemente en un arrebato verbal de momento?

Porque valga recordar que en diciembre del 2018 advirtió que “nosotros seguiremos de pie y de frente exigiendo un presupuesto federal que no ignore ni les falla a las y los jaliscienses”, pero fracasó en ese propósito y se quedó de pie esperando una rectificación presupuestal del gobierno federal que nunca llegó; y en enero de 2019 nos reveló que había solicitado un estudio para analizar el impacto que tendría salir del Convenio de Coordinación Fiscal, pero los jaliscienses nunca supieron a quién se lo solicitó, si lo pagó o no y cuánto, y mucho menos el resultado de dicho estudio.

Si lo de “Jalisco iniciará su camino para recuperar lo que le pertenece” es real y no un mero discurso, si emprenderá acciones inmediatas para “recuperar lo que le pertenece”, ¿no sería bueno que primero informara a los jaliscienses hacía dónde pretende llevar al estado en su cruzada en contra del gobierno federal? ¿No merecen los jaliscienses saber primero, antes de que haga algo, qué costo pagarán por la osadía que está dispuesto a emprender? ¿No sería bueno que los jaliscienses conozcan si el camino que dijo que iniciará, los llevará al despeñadero o a la gloria?

Ahora que si todo eso es un discurso más como los que ha pronunciado en el mismo tono desde el 2018 y nada ha sucedido, entonces creo que los jaliscienses no tendrán nada de que preocuparse y simplemente hay que esperar qué se podrá hacer con los recursos propios y los que envíe el gobierno lópezobradorista.

Y no es que no aprobemos que el gobierno del Estado pugne por más recursos de la federación, por supuesto que sí, el problema es que el gobierno del Estado se ha empeñado en contarle a los jaliscienses el cuento -en realidad fábula- de “Pedro y el lobo”; en asumir una postura beligerante y de enfrentamiento ante el lópezobradorismo, y a final de cuentas ni una cosa ni otra, pero esa actitud sí le acarrea costos a la sociedad.

Así, pues, ojalá que antes que nada, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez le diga a sus gobernados a dónde pretende llevar al estado en su guerra contra el presidente López Obrador y su gobierno.