Julio César Hernández
¡Uy! Si deveras se confirma lo publicado ayer por el periódico La Jornada de que Alonso Ulloa Vélez pagó medio millón de pesos -como publicidad- por la realización y transmisión de los debates que sobre el pleito entre la Universidad de Guadalajara y el Gobierno del Estado sostuvo con el rector del CUCEA, Tonatiuh Bravo Padilla, y con el diputado Trino Padilla López, se confirmará simplemente que está “mas que muerta” su posibilidad de ser candidato del PAN a la gubernatura.
Claro, si es así, tampoco quedan bien “parados” ni las televisoras ni los conductores que pretendieron hacer creer que ambos debates fueron por “iniciativa propia”. Pero, finalmente, el que “paga manda”, dirían algunos.
Subrayo aquello de que se “confirmará” que está “muerta” su posibilidad de ser candidato, aunque Herbert Taylor le manifiesta una fe inquebrantable a que es un excelente prospecto, porque simplemente un amplio sector del panismo jalisciense no lo ve con buenos ojos y la verdad es que sus posibilidades son prácticamente nulas.
Ya lo dijimos aquí en su momento: el “colgarse” del pleito UdeG-Gobierno del Estado, con la “venia” de Emilio González Márquez, no tenía otro objetivo que “placearse”, “ventanearse”, también ante un enorme sector de la población que no sabía quién era Alonso Ulloa Vélez.
Claro, quizás hoy lo conozcan más personas que antes de “colgarse” del tema referido, pero ni remotamente eso le servirá para imponerse a sus adversarios dentro del PAN y levantarse con la candidatura victorioso.
Pero lo revelado hoy por La Jornada es un síntoma claro de lo que padecen muchos políticos: su desesperación por ser conocidos por la sociedad. Y el haber pagado para ello, le saldrá mucho más caro al Secretario de Promoción Económica.