El último día como presidente municipal de Guadalajara Enrique Alfaro llegó tarde a la sesión extraordinaria de ayuntamiento, no así al momento que todos sabíamos llegaría desde que tomó posesión hace dos años y dos meses, en el 2015.

A diferencia de la tarde-noche que tomó posesión hace 810 días, donde se veía contento y expectante vestido de negro y con corbata, en esta ocasión Enrique Alfaro llego vistiendo un traje gris del que ya no le cerraba el saco, sin corbata y mal humorado. Pero, al estar sentado al frente hizo intentos por hacer contacto con algunos asistentes por medio de muecas y miradas.

Entre su público presente Enrique Alfaro no encontró a ninguno de los calandrieros que un día antes habían dejado su huelga de hambre como protesta por su proyecto de calandrias motorizadas. Tampoco se encontraban representantes de las protestas católicas por la obra “Sincretismo”, pero si algunos líderes religiosos que cobran como funcionarios en su administración.

En su informe de “resultados” al frente del ayuntamiento de Guadalajara, no mencionó nada del desfalco de “cientos de millones de pesos” del que habló en septiembre de 2015, ante diferentes medios de comunicación, donde según él, estaban involucrados varios funcionarios estatales, municipales y judiciales. Y eso que aseguraba que su equipo de colaboradores tenía pruebas documentales que probaban los ilícitos. Dos años y dos meses después… Aún no conocemos a: “los “cínicos” que desfalcaron a la ciudad” como él los llamó.

Tampoco mencionó al ex síndico, Ernesto Salomón Hidalgo a quien en septiembre de 2015 señaló como responsable de hacer cambios de uso de suelo del municipio que permitieron a los desarrolladores inmobiliarios levantar torres de departamentos en áreas prohibidas, ¿será por que recordó que su administración no ha dado resultados, o tal vez por que después de los cambios que su administración hizo en el uso de suelo de la zona del Dean, iba a escupir al cielo? Seguro este olvido no tiene que ver con la buena relación de Enrique Alfaro con “El Informador” y el hecho de que Ernesto Salomón fuera anteriormente editor de ese diario.

Pero si dijo Alfaro que: “tenemos que recuperar la idea de lo que es ser un servidor público”.

Esperemos que la idea de servidor público a recuperar no sea la que mostró en junio de 2017, en la inauguración de obra pública en la colonia Lomas del Gallo, cuando el propio presidente municipal dijo: “Yo quiero ver a todos esos que escriben tantas cosas de mí, al periódico MURAL, a NTR, a Crónica, a todas esas basuras que escriben cosas todos los días denigrando, ofendiendo, atacando, quiero ver qué han hecho ellos, que le llegue a los talones a esto para cambiar la realidad, ¿qué han hecho aparte de criticar, atacar, ofender, mentir?, eso hay que cambiar y decirles basta”.

O la actitud de servidor público: “vete de aquí cabrón, no estés fregando”, que le aplicó al hombre que en la colonia “El mirador” le increpó, antes de que la policía se lo llevará arrestado.

El momento emotivo vino cuando el ahora candidato a gobernador para el estado de Jalisco, por el partido Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro dijo de Enrique Ibarra que es su maestro y se sentía orgulloso de dejar la estafeta a un hombre al que en una ocasión, le dijo que su cuadro debía estar en el Salón de expresidentes.

Y es cierto, Enrique Ibarra Pedroza es quien ha adoctrinado como mentor a Enrique Alfaro y relacionado en su peregrinación por los diferentes partidos en que han militado desde que ambos eran miembros del PRI, después en el PRD y por último en el partido Movimiento Ciudadano.

Enrique Ibarra perteneció al círculo cercano a Enrique Alfaro, al igual que Esteban Garaiz Izarra. A últimas fechas no han sido tan cercanos a Alfaro, pues principalmente es Rafael Valenzuela quien habla al oído del dueño del partido Movimiento Ciudadano en Jalisco. Pero aún así Enrique Ibarra, Esteban Garaiz, Salvador Caro, Clemente Castañeda, Ismael del Toro, Hugo Luna y Alberto Uribe forman el grupo político de Enrique Alfaro, y como se notará en las boletas de la elección 2018 son los principales beneficiados por el líder que entre ellos llaman: “El gordo” o “El gordito”.

Antes de irse de la presidencia de Guadalajara, Enrique Alfaro no podía irse sin mostrar su estilo para gobernar; ante la critica de Sergio Otal Lobo, regidor coordinador de la fracción del PRI, que resaltó: “en Guadalajara no hay una mejor calidad de vida”, mientras recibía la rechifla del público asistente y algunos pedían le apagaran el micrófono -varias veces se la aplicaron así a la regidora priista Ángeles Arredondo-, Alfaro como respuesta se limitó a decir con su sonrisa de lado: “en seis meses entenderán la realidad”.

Así pues, Enrique Alfaro deja la presidencia del ayuntamiento de Guadalajara sin hacer caso a todos aquellos que pidieron se quedara a gobernar, mediante su implementación de ratificación de mandato, programa que al igual que los demás programas que implementó, funcionó con grandes críticas en contra o sin dar resultados destacados.

A diferencia de la elección de 2012, Enrique Alfaro llegara a las urnas en 2018 con el desgaste de haber gobernado a su “estilo” Guadalajara, como víctima no se podrá presentar.