“Los que no quieren escuchar la información que da el Ayuntamiento, hemos dado información puntual, hemos dado los detalles, hemos explicado los problemas que tiene el terreno por haber sido un basurero durante tantos años, tuvo problemas de afectación del suelo, tenemos que generar una solución precisamente en términos de niveles por la cantidad de agua que circula en una zona baja de esa Cuenca”, dijo Enrique Alfaro Presidente municipal de Guadalajara al referirse a los señalamientos que se han hecho por la venta del inmueble municipal ubicado en el cruce de Gobernador Curiel y 18 de Marzo, a un costa del parque El Deán.

El dicho del funcionario público que preside el ayuntamiento de Guadalajara, deja claro que aún antes de sacar a la venta el terreno donde se encuentra actualmente la planta de Caabsa Eagle en Gobernador Curiel y 18 de Marzo, tenía conocimiento de la contaminación que la empresa Caabsa Eagle ha ocasionado al terreno después de años de estarlo utilizando.

Específica Enrique Alfaro: “el terreno por haber sido un basurero durante tantos años, tuvo problemas de afectación del suelo, tenemos que generar una solución precisamente en términos de niveles por la cantidad de agua que circula en una zona baja de esa Cuenca”. Entonces, la venta del predio municipal donde Caabsa Eagle tiene su planta de transferencia viola la LEY GENERAL PARA LA PREVENCIÓN Y GESTIÓN INTEGRAL DE LOS RESIDUOS, en su CAPÍTULO V, los artículos 68, 69, 70 y 71. Que a la letra dicen:

CAPÍTULO V

RESPONSABILIDAD ACERCA DE LA CONTAMINACIÓN Y REMEDIACIÓN DE SITIOS

Artículo 68.- Quienes resulten responsables de la contaminación de un sitio, así como de daños a la salud como consecuencia de ésta, estarán obligados a reparar el daño causado, conforme a las disposiciones legales correspondientes.

Toda persona física o moral que, directa o indirectamente, contamine un sitio u ocasione un daño o afectación al ambiente como resultado de la generación, manejo o liberación, descarga, infiltración o incorporación de materiales o residuos peligrosos al ambiente, será responsable y estará obligada a su reparación y, en su caso, a la compensación correspondiente, de conformidad a lo previsto por la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.

Artículo 69.- Las personas responsables de actividades relacionadas con la generación y manejo de materiales y residuos peligrosos que hayan ocasionado la contaminación de sitios con éstos, están obligadas a llevar a cabo las acciones de remediación conforme a lo dispuesto en la presente Ley y demás disposiciones aplicables.

Artículo 70.- Los propietarios o poseedores de predios de dominio privado y los titulares de áreas concesionadas, cuyos suelos se encuentren contaminados, serán responsables solidarios de llevar a cabo las acciones de remediación que resulten necesarias, sin perjuicio del derecho a repetir en contra del causante de la contaminación.

Artículo 71.- No podrá transferirse la propiedad de sitios contaminados con residuos peligrosos, salvo autorización expresa de la Secretaría.

Las personas que transfieran a terceros los inmuebles que hubieran sido contaminados por materiales o residuos peligrosos, en virtud de las actividades que en ellos se realizaron, deberán informar de ello a quienes les transmitan la propiedad o posesión de dichos bienes.

Además de la remediación, quienes resulten responsables de la contaminación de un sitio se harán acreedores a las sanciones penales y administrativas correspondientes.

El ayuntamiento de Guadalajara representado por el Ing. Enrique Alfaro, que ejerce un gobierno diferente al de los otros gobiernos -los malos gobiernos que le antecedieron-, ¡Debió aplicar la ley! Y hacer que la empresa Caabsa Eagle pagara los daños ecológicos que ocasionó a la zona de Gobernador Curiel y 18 de Marzo, como lo marca la ley.

Sin embargo lo que hizo el ayuntamiento de Guadalajara fue premiar al Caabsa Eagle al venderle por debajo del precio inicial -230 millones- el terreno que compró su filial Caabsa Constructora, precio que se determinó sabiendo lo contaminado del terreno, pues según el dicho del propio alcalde Enrique Alfaro “hemos explicado los problemas que tiene el terreno por haber sido un basurero durante tantos años”. Entonces, el ayuntamiento sabía de lo contaminado del terreno y puso el precio 230 millones, después se bajó beneficiando al Grupo Caabsa por todos lados: No le cobró los daños ecológicos causados por su planta, le bajó el precio de venta del terreno que compró y pagará en especie al construir su nueva planta.

Y a todo esto:

¿El ayuntamiento de Guadalajara ya cuenta con la autorización de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales para vender el terreno contaminado por Caabsa Eagle?

¿Ya avisó el ayuntamiento de Guadalajara a la SEMARNAT que en ese terreno contaminado de 62 mil metros cuadrados se construirán torres que van de los 5 a los 15 niveles?

Por cierto, según el acta del fallo de la licitación 004/2017/GDL/Inmuebles Municipales, Caabsa Constructora “proponen distintas tipologías de vivienda desde 37.5 metros cuadrados hasta los 99 metros cuadrados”, es decir, departamentos muy pequeños con el fin de ofertar a precio bajo, exactamente el tipo de vivienda que Enrique Alfaro autorizó cuando era presidente municipal en Tlajomulco y que actualmente Alberto Uribe prohibió por la gran cantidad de problemas sociales que genera.

La pregunta en todo esto es, ¿Quién gana aparte del Grupo Caabsa con la venta del terreno de Gobernador Curiel y 18 de marzo?

Recuerde…

 “La política es una actividad que, muchas veces, saca a la luz lo peor del ser humano”.