Alfonso Javier Márquez

Lo que la semana pasada era una tragedia, ahora parece que se convierte en uno mas de esos asuntos en los que nos dicen tantas cosas que los ciudadanos terminamos tan confundidos que no creemos en nada.

Si, uno mas de esos casos como la muerte del cardenal, en la que la teoría de la confusión por un lado y por el otro todas las versiones del magnicidio ordenado desde las esferas del poder y otras, nos dejaron pero que al principio y la victima sin justicia.

Puede que sea una táctica ideada desde el gobierno del Estado para bajarle la temperatura a los asuntos, pero lo cierto es que uno pasa de la indignación al desconcierto en un momento en el que la presión social se estaba poniendo complicada sobre todo para las autoridades que tienen que ver con el Río Santiago originalmente señalado como la causa de la muerte del menor Miguel Ángel López Rocha.

La semana anterior, la muerte del niño –por lo menos eso creímos- era por causa de la negligencia del gobierno que permitió que se envenenara el agua del río Santiago.

Hoy, la versión filtrada a varios medios en el sentido de que pudo ser la madre la que envenenó y tiró al río al menor nos deja a muchos atónitos. Claro que puede ser una estrategia para revertir lo mal que quedaron las autoridades con este asunto ante la opinión pública pero de cualquier manera a todos nos deja con la duda.

Y luego viene a media semana la desafortunada declaración de Javier Gutiérrez Treviño Coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco que se le fue la lengua adelantando que la investigación daría un giro que nadie se esperaba y que el asunto del Río estaba politizado, incluso, que esta dispuesto a echarse un buche de agua del Santiago.

Una vez que se conoce la versión de la supuesta línea de investigación de la Procuraduría, da la impresión de que el empresario fue informado de algo que los ciudadanos comunes no sabemos y que le solicitaron que saliera al paso en un momento en el que se estaban poniendo complicadas las cosas. Lo que no midieron –si es que fue así- es que el coordinador del CCIJ tiene una pésima imagen y la credibilidad muy dañada consecuencia de las posturas pro gobiernistas asumidas sin el consenso de los empresarios a los que representa.

Si es real la investigación que hace la Procuraduría por asesinato premeditado de parte de la madre, es necesario que informe cuanto antes y si no lo es, urge que lo aclare porque se está ensuciando la memoria del menor con todos los rumores que corren sobre el supuesto parricidio.

Lo dicho, la confusión abona a la impunidad y cuando un asunto se politiza como se esta politizando este, la sociedad queda dolida indignada y con ese sentimiento de que en este país y este estado la justicia se la pasan por el arco del triunfo quienes detentan el poder.