Por Hugo Luna
En la casa azul hay un tiradero, muebles fuera de su lugar, vajillas rotas y basura. En la casa del vecino hay fiesta y juegos pirotécnicos, por supuesto, que es la casa del PRI. Igual en la del Partido Verde, en la de los abstencionistas y en la de los anulistas. El PRD ha perdido brillo en el proceso.
Quien sale derrotado es el PAN. Y más que el PAN, la estrategia del grupo de Ramírez Acuña. Perdió hasta lo imperdible. Eduardo Rosales llega al fin de esta jornada con números rojos para su partido y con muchos, muchos platos rotos. ¿Cuánto le van a costar a Emilio González los acuerdos con el PRI, después de que Alberto Mora, Eduardo Almaguer y Aristóteles y otros personajes, agredidos en lo personal por Abraham Uyeda y Lalo Rosales, no quieran ni verles la cara? ¿Cómo le hará el dirigente para sostenerse frente a corrientes panistas que hizo a un lado para imponer personajes tan nocivos como electoralmente costosos? Lalo Rosales está en problemas. Graves problemas. Sólo la mano de Francisco Ramírez Acuña lo sostendrá. ¿Será?