Los diputados priistas no tienen otra salida: tendrán que aprobarle al gobernador Emilio González Márquez la solicitud de un nuevo crédito para saldar deudas antes de que asuma la gubernatura Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
Y lo harán por indicaciones del mismo Sandoval Díaz.
Podrán o no estar de acuerdo, les gustará o no, pero no tienen otra opción. Y ahí no habrá nada del denominado en el panismo voto “de conciencia”, o sea que aquel que no esté de acuerdo lo haga en contra. No, ahí todos los diputados del PRI que asistan a la sesión -no descartemos que haya quien se reporte “enfermo”- deberán de dar su voto a favor.
Si, es cierto, no aprobarán un empréstito por 3 mil 200 millones de pesos como lo solicitó González Márquez -que quizás pidió ese monto a sabiendas de que le autorizarían menos, pero más de los 1,400 millones del quirografario solamente-, pero lo que le aprueben le sabrá a “miel sobre hojuelas”.
Y no solamente eso: le sabrá a una victoria sobre el Legislativo.
Salvador Rizo Castello, diputado presidente de la Comisión de Hacienda, adelantó que el secretario de Finanzas, Martín Mendoza, los había convencido de aprobar un crédito pero a la baja, y mencionó una cantidad por 2 mil 439 millones de pesos.
¿Ustedes creen que González Márquez le va a poner un “pero” a esta decisión de los legisladores?
Con la aprobación del crédito por cualquier monto superior a los mil 800 millones, que permitiría pagar los 1,400 millones del quirografario y los 400 millones que el CODE adeuda a los proveedores, el Ejecutivo ya estará “del otro lado”. Mucho mejor, por supuesto, si los diputados deciden casi doblar este monto -los mil 800 millones de pesos-.
No hay duda que en este asunto de la deuda las dos partes involucradas -Legislativo y Ejecutivo-, incurrieron en la irresponsabilidad de no haber privilegiado la política, la negociación, el diálogo por encima de la soberbia, de los intereses de partido y de grupo, llevando el asunto al límite con un alto costo para el estado.
Pero los diputados del PRI podrán sentirse aliviados cuando hayan aprobado el crédito y cuando Aristóteles Sandoval haya asumido el gobierno, pues no se enfrentarán al dilema de decirle “no” el Gobernador.
Modos priistas, pues.