Lo dicho:

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador la salida de 10 gobernadores de la Conago no tiene mayor trascendencia. Para él, es un asunto entre Mandatarios estatales y una decisión que tomaron con toda libertad.

Lo que al respecto opinó hoy en la mañanera, no sólo confirma lo que referí en mi entrega anterior -“La Conago no es el problema… es Amlo”-, sino inclusive puntualiza que es un asunto que no le incumbe. Esto declaró:

“Están en libertad, somos libres, no veo yo nada extraño. Creo que es una asociación de los gobernadores y no es obligatorio. Y los que salen es porque están ejerciendo su derecho, su libertad. Es legítimo. Están en su derecho, se garantiza en México el derecho de disentir, hay libertad, esa es la democracia, y qué bueno haya puntos de vistas”.

Y sobre los señalamientos de los gobernadores de que él ponía en riesgo la democracia, lo tomó con jocosidad y aprovechó para mandar otro mensaje: “Eso ya es otra cosa, de eso me acusa El Reforma todos los días…”.

Como lo referí, quizás de poco o nada valga la decisión que tomaron los integrantes de la Alianza Federalista si López Obrador mantendrá su política de “ni los veo ni los oigo”, salvo cuando a él le sea conveniente. Como él lo dijo: nadie los obligó ni los obliga a formar parte de la Conago y están en plena libertad de entrar o salir cuando quieran.

Reitero: El problema de los gobernadores no es entre ellos, no es entre los de la Alianza Federalista y los que se mantienen en la Conago. Su problema se llama López Obrador, no Conago. Y con la respuesta mañanera de Andrés Manuel quedó evidenciado. No hay más. Con o sin Conago, con Alianza o sin Alianza, con bloque o sin bloque, la postura presidencial hacia los gobernadores es una y la misma, como en San Luis Potosí, sin advertirse cambio alguno: Indiferencia.

Así, pues, López Obrador ya respondió a los gobernadores aliancistas. ¿Estos tendrán una contra respuesta para el presidente?

Al tiempo….