“La Justicia Federal, convencida de la falsedad en las amañadas imputaciones urdidas en los sótanos morales de Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Salud, rechazó con firmeza todos los argumentos en los que se pretendió fundamentar la inexplicable acción en mi contra, y al no poderse probar cargo alguno, fui exonerado del delito infamante de ‘lavado de dinero’, otorgándome la libertad.
“Me reintegraré a la sociedad y a los míos, lastimado por la maldad de funcionarios sin escrúpulos y de no pocas personas, que conociendo mi integridad, me volvieron la espalda cuando más necesitaba de su estímulo y amistad.
“Vinculado entrañablemente a la comunidad jalisciense, volveré a mi vida ciudadana con la frente en alto y las manos limpias”.
Y así lo hizo. Volvió a la vida ciudadana en los eventos políticos a los que era invitado y en los cafés donde acostumbrada refugiarse todas las mañanas acompañado de sus infaltables periódicos del día.
Descanse en paz.