El acuerdo está tomando: Salvador González de los Santos se va. De hecho se debió ir el jueves pasado en la sesión de cabildo del mes de enero en la que se había generado el consenso para que el alcalde interino fuera sustituido por su incompetencia para dirigir la administración que le dejó Jorge Vizcarra.
Una llamada de último momento al gobernador para informarle de la decisión que habían tomado los regidores panístas y el presidente del Comité Estatal del PAN, Eduardo Rosales Castellanos, cambió, también de último momento, la resolución de no darle ni un día mas al alcalde sustituto.
Y es que el viernes sería el primer informe de gobierno de Emilio González Márquez para el que tantas semanas había trabajado: reuniones con los sectores de la sociedad, las comidas con Francisco Ramírez Acuña y Eduardo Rosales -en ambas acompañado por Jorge Salinas- y la desactivación de cualquier conflicto que pudiese presentarse el día del informe.
Al enterarse el gobernador, pidió al presidente del PAN que no destituyeran a González de los Santos un día antes su informe pues le ganaría el espacio de las primeras planas a las que aspira el gobernador ocupar con sus “logros”. Se acordó, ya tarde el miércoles por la noche, que se esperarían hasta la semana que hoy inicia, probablemente el martes o jueves para que no opaque el informe de Emilio.
El aún alcalde de Tonalá no hizo nada. Mantuvo los problemas que dejó su antecesor y permitió que creciera la ingobernabilidad en ese municipio. Las obras inconclusas, inconclusas siguen, se escondió en la oficina sin atender casi a nadie por mes y medio; agazapado, atemorizado.
La peor parte, es la instrucción que afirman empleados de la Hacienda municipal, giró al tesorero para no pagar ninguna de las cuentas pendientes a los proveedores municipales. De tal suerte que existen cientos de personas a los que les deben desde los meses de septiembre y octubre del año pasado hasta la fecha y no se les da ninguna explicación ni esperanza de pago. El argumento que esgrime el presidente interino es que no quiere “pagar las transas que haya hecho Vizcarra” suponiendo que cualquier deuda existente se trata de asuntos ilegales. Como si no supiera que un gobierno municipal tiene proveedores y compromisos que cumplir.
Por extraño que parezca, los primeros en estar de acuerdo con la decisión fueron los regidores de oposición. Tanto el regidor del PRD como el coordinador del PRI habían sido consultados y avisados de la decisión de destituir a González de los Santos bajo el argumento – propuestos por los propios panistas- de que el proceso de su designación como alcalde interino había estado plagado de irregularidades por lo que se hacía necesario repetir la sesión de diciembre y el procedimiento para nombrar presidente interino, responsabilidad que –hasta este momento- se acordó que recaerá en Agustín Ordoñez uno de los mas jóvenes e inexpertos regidores, pero con el apoyo de su padre, Antonio Ordoñez, un político de experiencia en Tonalá bajo los colores de Acción Nacional.