Gilberto Pérez Castillo

Quien a estas alturas, después de la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha por la contaminación del Río Santiago, ya debería haber abierto la boca y hablar de las responsabilidades que le corresponden en el caso, es el diputado federal panista y jalisciense Joel Arellano Arellano.

Joel Arellano preside desde el año pasado la Comisión Especial de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, misma que, se supone, debería estar tomando cartas en el asunto de la recuperación ecológica de esta cuenca y cuyo recorrido incluye precisamente el tramo que recorre El Salto, lugar de los lamentables hechos.

A la hora de buscar culpables y repartir culpas, bien hubiera hecho el Gobernador Emilio González Márquez en enlistar a su compañero de partido, el diputado Arellano Arellano y pedirle algún informe de lo que ha hecho desde la Cámara para restaurar el equilibrio de esta cuenca que tanto impacta a Jalisco.

Joel Arellano es uno de los aspirantes del PAN a la candidatura de ese partido a la Presidencia Municipal de Zapopan. Tal vez por esto ha preferido mantenerse al margen del debate y de la responsabilidad.

Pero los jaliscienses en general, y los habitantes de El Salto en particular, bien se merecen un informe de lo que el diputado Joel Arellano ha hecho desde la presidencia de su comisión en materia de saneamiento de las aguas de la cuenca.