Antes de comentar y analizar parte de la iniciativa de reformas constitucionales en materia electoral que el presidente Andrés Manuel López Obrador entregó ayer a la Cámara de Diputados, partamos de cuatro consideraciones:

Uno, no alcanzará las dos gterceras partes de los votos de los legisladores necesarios para plasmarla en nuestra Carta Magna; dos, no existe motivo razón o causa de urgente necesidad para modificar la Constitución y la ley en la materia; tres, el tema será abordado en comisiones hasta el próximo período de sesiones que inicia el primero de septiembre… si acaso; y, cuatro, que es una iniciativa que nació… muerta.

Aclarado lo anterior, refiramos cuáles son las propuestas que el Ejecutivo federal presentó a los diputados para tener, porque eso nadie lo puede negar, una legislación favorable a Morena, a la 4T y a su proyecto de gobierno, amén de que con ello -muy a su estilo personal-, pretende tomar revancha de quienes integran los órganos electorales -Instituto y Tribunal-, y sobre los que ahora, con su reforma, pretende mantener el control y a su servicio.

Si bien todo es discutible, en el listado de las propuestas que hasta ahora se han desglosado encontramos positivos y negativos, y algunos puntos que sin rechazarlos tajantemente podrían ser motivo de negociaciones.

¿Cuáles serían aquellas propuestas que definitivamente serán rechazadas? La de desaparecer el Instituto Nacional Electoral (INE) para crear el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), que significaría sepultar de golpe a un organismo que al paso de los años se ha ido perfeccionando y que hoy es garante de elecciones limpias y de neutralidad; la elección de consejeros y magistrados mediante voto popular y cuyos candidatos serían postulados por los Poderes de la Unión. Con esto cumpliría su amenaza de sacar del INE a Lorenzo Córdova y demás consejeros que no se “doblaron”, pese a su constante “golpeteo”. Además, los candidatos finalmente serían propuestos por él y en su listado estarían sólo simpatizantes de la 4T; la eliminación de diputados plurinominales, propuesta que si bien ya ha sido presentada en otras Legislaturas por diversas fracciones parlamentarias, ha quedado en la “congeladora”. Lo adecuado sería reducir el número de esos diputados de representación proporcional.

De esta manera, desaparecerían las circunscripciones y la representación de los legisladores sería exclusivamente por estados.

¿Cuáles más propuestas correrían la misma suerte? El cambio de modelo de elección de diputados, senadores y Ayuntamientos, para que sean elegidos a través del sistema de representación pura. El propósito sería desaparecer también los distritos electorales; y la eliminación del financiamiento público ordinario a los partidos políticos, para que únicamente se les entregue para campañas electorales.

De entrada, más allá de los detalles que analicen los especialistas en la materia, se puede augurar que las anteriores propuestas serán rechazadas sin discusión por la oposición.

¿Qué nos parece positivo de estas reformas? La desaparición de los OPLES y Tribunales Electorales locales, por su duplicidad de funciones y gasto innecesario; la reducción del número de regidores con un límite de hasta nueve regidurías de forma proporcional a la población de cada municipio; e implementar el voto electrónico reducir los tiempos en radio y televisión en materia electoral, suprimiendo los tiempos fiscales.

A grandes rasgos, y de acuerdo a lo difundido ayer, estos serían algunos de los puntos más polémicos, controvertidos y discutibles sobre la tan anunciada reforma electoral que, planteada así, nadie duda que correrá la misma suerte que la fallida reforma eléctrica.

Pero mejor esperémonos a conocer las respectivas iniciativas que sobre el mismo tema presentarán los diputados del PAN y del PRI, por separado, para, entonces sí, confrontarlas y tener una discusión más seria, de fondo y completa. Por el momento, creo que hay otros problemas y temas más importantes qué abordar, que satisfacer al presidente con su distractor sin futuro.

Y si no, al tiempo…