Además, a diferencia de otras elecciones, el PAN está teniendo dificultades para encontrar, hasta dentro de sus filas, quienes quieran dar la cara en los ataques a los priistas, por lo que su arma principal está teniendo dificultades para hacer su trabajo.
A esto hay que agregarle que las principales televisoras (el principal medio de comunicación para desplegar una campaña negativa) no están dispuestas a dejarse utilizar, como en el pasado, para golpear a los candidatos del PRI.
Con un partido pasando por su peor momento ante el electorado, con una candidata a la Presidencia de la República que está luchando por no pasar al tercer lugar en las encuestas y con un panismo que no está lo suficientemente motivado, el primer tercio de la campaña se consumió sin que Fernando Guzmán demuestre que tiene una estrategia para ganarle la elección a Aristóteles Sandoval.
Si en los próximos días Fernando Guzmán y el PAN no dan una muestra clara de tener una estrategia para ganar la elección, acabarán por terminar de desmotivar hasta a los militantes y simpatizantes panistas y a generar una inercia que ni la guerra sucia podría revertir.