Por Gilberto Pérez Castillo

María Guadalupe Morfín Otero es sin duda una mujer muy respetable que hizo un extraordinario papel al frente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ).

Pero, lamentablemente, ha caído en esa trampa que les hace creer a ciertos ex funcionarios que las instituciones sin su presencia ya no funcionan.

Por eso resulta tragicómico que, en una entrevista dada al periódico Mural, Lupita Morfín diga que la CEDHJ está en “grave riesgo” por la forma en la que el Congreso eligió al nuevo Presidente de la Comisión.

Si se hace una revisión de la manera en la que fue elegido Felipe de Jesús Álvarez Cibrián no se encuentran irregularidades de tipo legal que pudieran señalar cuestiones de ilegitimidad como señala la ex presidenta.

Tal vez sería más sincera Lupita Morfín, y otro grupito de inconformes con la elección, si dijeran que lo que realmente les molesta es que su candidata a la Presidencia de la CEDHJ no fue elegida.

O que diga de plano que no puede concebir a la CEDHJ sin ella.