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Por Hugo Luna

Actitudes mesiánicas o de aquellos que buscan el voto viendo por el retrovisor, causan asombro entre los electores por su inviabilidad (que no podrán realizarse por diversas causas, entre ellas la voluntad política) generan daño y retroceso. Uno de los temas fundamentales es la propuesta en materia económica que propone el candidato de Acción Nacional por el distrito diez a diputado federal, Francisco Ramírez Acuña.

En el caso de la promoción de polos regionales de desarrollo económico; durante su gestión no hay referencia exitosa sobre el tema, hay que recordar Alberto Cárdenas Jiménez al convertirse en el primer gobernador panista de Jalisco. Incluyo en su Plan Estatal de Desarrollo; un programa de regionalización que perseguía la necesidad de reorganizar a la entidad en aspectos socioeconómicos y ambientales para optimizar el vocacionamiento de las regiones. Al asumir la gubernatura, Francisco Ramírez Acuña; este borró todo el trabajo de su antecesor y ejerció de manera paternalista el desarrollo de los municipios.

Seamos claros hoy se requiere dialogo y debate en el  tema de reordenar territorialmente al estado, con el fin de revertir la sobrepoblación y hacinamiento que a diario padecemos en la zona metropolitana y privilegiar el desarrollo regional sustentable, a través de ciudades medias articuladas entre sí en actividades económicas y sociales.

El candidato albiazul debería ser claro al momento de hablar de su propuesta de economía competitiva basada en el conocimiento, antes que nada explicar que es, suena muy esdrújulo su pronunciamiento. Pero en este espacio le damos una ayudadita. La economía del conocimiento se caracteriza por utilizar el conocimiento como elemento fundamental para generar valor y riqueza (dar valor agregado), los principales factores que han limitado el desarrollo de la infraestructura en México está su geografía.

Sistemas montañosos y dos penínsulas cortan y dividen al país en pequeños pedazos. Construir infraestructura (carreteras o vías férreas) para conectar adecuadamente estos pedazos ha demostrado ser muy costoso y difícil de lograr. Como nación, nos mantendremos rezagados respecto de las necesidades de infraestructura de nuestra creciente economía, y a su vez la falta de infraestructura seguirá impidiendo nuestra tasa de crecimiento.

La revolución del conocimiento podría representar la oportunidad para que México deje atrás algunas de estas limitaciones históricas.

Siendo gobernador de Jalisco, tampoco se caracterizo por desarrollar estrategias o acciones de protección al gasto familiar, creación de empresas, eso sí, realizó decenas de viajes con el argumento de atraer inversiones y tuvo tres secretarios de promoción económica  (Abraham González, Guillermo Martínez Mora y José Ramón Robledo), pero no fue capaz de articular un estrategia eficaz en materia de desarrollo económico como responsable de la entidad, su propuesta fue caduca. ¿Dónde quedo el estado promotor?

Hoy estamos en plena temporada electoral, Jalisco, recibe cada tres años (en este caso) una avalancha de buenos propósitos. Los políticos, duchos en el arte de la promesa, se ofertan como falsos Mesías en el momento menos pensado. Por eso, los problemas que enfrentamos se ven agravados por esta conducta  mesiánica que nunca habla de los cómos.