Por Gilberto Pérez Castillo

Los principales promotores de la continuación de Alonso Godoy Pelayo al frente de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco, Emilio González Márquez, Carlos Briseño Torres y Arturo Zamora Jiménez, no han expuesto a la opinión pública ninguna razón válida para justificar su intención de dejar a este personaje en su cargo hasta el 2012.

Dada la terquedad en su propósito, y siendo el Auditor el responsable de revisar las cuentas públicas de los Ayuntamientos, del Gobierno del Estado y de la Universidad de Guadalajara, por supuesto que se justifican las sospechas de un arreglo en el que ninguno de sus promotores será molestado durante los próximos años por la Auditoría Superior en manos de Alonso Godoy.

Ante la incapacidad que han demostrado de dar alguna justificación válida de su obsesión por dejar al actual Auditor Superior hasta el 2012, ahora el Gobernador Emilio González salió con que es conveniente su permanencia simplemente porque “es priista”.

La cualidad que le encuentra Emilio González a Alonso Godoy, más bien debería ser un motivo más de sospecha que debería impedir su permanencia, ya que no se nos debe olvidar que la Auditoría Superior no sólo debe revisar las cuentas de los gobiernos en manos del PAN sino también de los otros partidos, como el PRI.

Y como sabemos, una práctica común es el intercambio de irregularidades entre Priistas y Panistas, para tapar corruptelas de sus respectivos gobernantes, estimulando la impunidad y por lo tanto la corrupción.

Si lo que quiso hacer fue defender el sospechoso afán de sostener a Alonso Godoy en la Auditoría, lo que realmente hizo Emilio González fue dar un elemento más a quienes sostienen la inconveniencia de la ratificación.