Gilberto Pérez Castillo
Las deficiencias que han surgido en casas de interés social del municipio de Tlajomulco, mal construidas por una de las grandes empresas fraccionadoras, son la punta del hilo que podría descubrir una de las debilidades políticas del alcalde Enrique Alfaro Ramírez: sus compromisos y componendas con las constructoras responsables.
Desde que fue regidor del PRI en Tlajomulco, en la administración del panista Andrés Zermeño (2004-2006), Enrique Alfaro fue copartícipe de muchas de las autorizaciones para la construcción de los fraccionamientos que hicieron que ese municipio se convirtiera en el caos urbano que es.
Estos grandes fraccionadores se cuentan entre los financiadores de las campañas de Enrique Alfaro. Por esta poderosa razón algunos de ellos se contaron entre quienes estuvieron celebrando con Enrique Alfaro -en una comida en el restaurante Estancia Gaucha- el lunes 6 de julio del 2009, el día siguiente de que Alfaro ganó la elección de presidente municipal, ahora por el PRD.
Eso podría explicar la permuta de terrenos municipales a una de esas empresas por parte de la administración de Alfaro, misma que ahora denuncia la dirigencia estatal del PRD y Juan Manuel Soto, regidor de ese partido en Tlajomulco.
También podría explicar las acciones -y sobre todo las omisiones- que Alfaro tome en contra de los fraccionadores abusivos.