Gilberto Pérez Castillo
Aristóteles Sandoval, el alcalde priista de Guadalajara, fue quien recomendó a quien hasta ayer ocupaba la gerencia de Contraloría del SIAPA, y quien fue destituido luego de que una empleada del organismo lo acusara de acoso sexual.
El presidente municipal de Guadalajara, valiéndose de los espacios que quedaron vacíos en el sistema de aguas, aprovechó para enviar a esos lugares a políticos con los que tenía compromisos y que no quería tener en el gobierno municipal.
De manera irresponsable le envío al director del SIAPA, para que lo colocara en la Contraloría, a un colaborador de su campaña que ya le resultaba incómodo e incontrolable; y, no obstante que estaba enterado de los desmanes de su recomendado contralor, Aristóteles fue omiso en pedirle que dejara el SIAPA.
También mandó allá al exdiputado Enrique García Hernández, quien no cuenta con experiencia en finanzas, para hacerse cargo de la gerencia financiera del SIAPA, no obstante que son precisamente los financieros los problemas centrales del sistema.
Otro recomendado de Aristóteles está en el área jurídica del SIAPA, el exdiputado Alberto Maldonado Chavarín, mismo que pronto también dará de que hablar.