Por Maggie G. Urzúa

Lo expuesto en este espacio el 9 de febrero está sucediendo: Luis Gómez Rodríguez ha renunciado este sábado a su aspiración por gobernar Tlajomulco, alegando que en Morena están preparando la imposición de Marcela Michel López (aun sin decir su nombre).

Michel, hija del propietario de Dulces de la Rosa y presidenta de la Cámara de la Industria Alimenticia de Jalisco, sería una posición negociada desde Casa Jalisco o planeada en beneficio del gobernador Enrique Alfaro.

Su interés por contender en Tlajomulco le nació apenas el IEPC determinó que todos los partidos deben llevar a cinco mujeres como abanderadas en los 10 municipios más poblados de la entidad. No tiene arraigo entre los militantes de antaño en el municipio ni en el nuevo grupo conformado por el ex alcalde Alberto Uribe.

“Hay quien sugiere que sería una rival a modo, pues aunque Enrique Michel tiene las simpatías del pueblo de Tlajomulco, su hija no posee el mismo carisma. Con ello Salvador Zamora se olvidaría de cualquier piedra en el camino a la reelección”, escribí el pasado martes.

En su texto de renuncia, publicado a través de Facebook, Luis Gómez acusa lo siguiente:

“El motivo que me lleva a determinar esto es muy simple: los dirigentes de Morena en Jalisco están preparando una imposición en Tlajomulco; sin consultar a las bases, sin hacer un análisis previo de las encuestas, sin considerar la percepción de la gente y sin tener una idea clara de los problemas políticos y sociales que enfrenta el municipio”.

Y lanza el dardo con más veneno de todos: “La realidad es que, lamentablemente, una visión social a favor de los más desprotegidos, no se verá reflejada en el municipio si la decisión recae en un candidato o candidata que ha vivido alejada de las comunidades marginadas y olvidadas”… sin poner su nombre, Michel puede dar acuse de recibo.

Gómez era el aspirante con la mayor capacidad económica y con el apoyo de liderazgos estatales y nacionales (Alberto Uribe, Marcelo Ebrard, Mario Delgado); imposible que los restantes seis precandidatos puedan vencer a una candidata que vendría apadrinada por Ricardo Monreal, Yeidckol Polenvsky y por el senador José Narro Céspedes, actual delegado del partido en Jalisco.

Esta decisión revela dos asuntos más:

Por un lado, garantiza que Enrique Alfaro seguirá controlando su bastión, ya sea con la reelección de Salvador Zamora, a quien le ponen una adversaria que ha dividido a su propia militancia; o, si Michel ganara, sería fácil de manipular por su inexperiencia política.

En otro renglón, la bajada de Gómez confirmaría que Alberto Uribe tiene amarrada la candidatura por Zapopan, ya que la mayor parte de su equipo seguía en Tlajomulco, mientras las reacciones de descontento entre los morenistas lucen muy planchadas, como si existieran acuerdos de fondo.

¿A qué precio valdrá la pena que Morena pierda todo tinte democrático en Jalisco?