En mayo de 2015, cuando todo era “color de rosa”, cuando el “romanticismo” político envolvía al joven aspirante a candidato independiente Pedro Kumamoto Aguilar, ensalzado por la mayoría de los medios de comunicación, respondió al periódico La Jornada lo siguiente cuando le preguntaron que si “no corre el riesgo, la asociación Wikipolítica, de la cual formas parte, de convertirte en partido político?”:

“No, porque tendríamos que ir por un registro, por asambleas. Yo pienso que no está para generarse un partido político. Si los partidos recibieran una décima parte de lo que reciben, si llegaran a ser fiscalizados y transparentes, entonces creo que sería una buena idea, pero no es una opción para mí”.

En su edición del 9 de junio de 2015, el periódico NTR Guadalajara, escribió de Kumamoto Aguilar: “Pedro Kumamoto Aguilar gastó 250 mil pesos en la carrera hacia el Congreso del Estado, apenas 20 por ciento de su tope de campaña. Cerca de 18 mil pesos fueron recursos públicos, el resto donaciones privadas. Con eso bastó para que se alzara como candidato independiente a la diputación por el Distrito 10”.

El 10 de septiembre del mismo año, Reporte Índigo Jalisco refirió en su edición de ese día: “El diario español El País destacó durante el proceso electoral a Kumamoto como ‘el candidato de los 500 dólares’, en alusión al equivalente del tope de donación de 7 mil pesos que una persona podía hacer a su campaña”.

Ya como diputado, Kumamoto presentó en enero de 2017 su iniciativa #SinVotoNoHayDinero, que prácticamente fue la suma de las varias iniciativas que con anterioridad se habían presentado en el Congreso -particularmente la del diputado Héctor Pizano Ramos- y que se encontraban “congeladas”, y en junio de ese año fue aprobada por mayoría del pleno legislativo. Sin embargo, los partidos Verde Ecologista y Nueva Alianza la impugnaron ante la Suprema Corte, que validó la ley aprobada por los partidos Movimiento Ciudadano, Acción Nacional y Revolucionario Institucional.

Esta iniciativa “catapultó” a Pedro Kumamoto casi como su triunfo electoral, al reconocérsele como el autor de una ley que disminuiría, en mucho, la cantidad de recursos públicos que recibirían ahora lo partidos políticos, respondiendo así a una vieja demanda ciudadana no sólo de Jalisco sino del país.

Esta ley establecía que en año no electoral el financiamiento se fijaría multiplicando el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por 20% del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA); 30% de la cantidad resultante se distribuiría entre los partidos de forma igualitaria y el 70% restante sería de acuerdo al porcentaje de votos obtenidos en la elección de diputados inmediata anterior; en tanto, en año electoral, el financiamiento se fijará multiplicando el número total de votos obtenidos en la elección de diputados y 65% del valor diario de una UMA, 30% de la cantidad que resulte se distribuirá entre los partidos de manera igualitaria, y el restante 70% de acuerdo al porcentaje de votos obtenidos en la elección de diputados inmediata anterior.

Casi seis años después de aquella declaración que le hiciera al diario La Jornada, Pedro Kumamoto fue por un registro, realizó asambleas y ya tiene su propio partido político -Futuro Jalisco-, pese a que los partidos no reciben “una décima parte” de lo que en 2015 recibían, y si bien son fiscalizados no se puede garantizar que son transparentes, condiciones que él puso para ir por ese partido que ya tiene.

Hoy, ya con su propio partido político, Pedro Kumamoto se olvidó de su propia iniciativa #SinVotoNoHayDinero que tantas portadas le hizo ganar en medios de comunicación impresos e innumerables horas de difusión en los electrónicos.

Y es que, primero, su representante ante el Consejo General del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana se quejó por considerar que eran muy poco los 5.7 millones de pesos que le fueron asignados como prerrogativas en este año electoral; y, segundo, porque ha guardado un sepulcral silencio ante el incremento prácticamente al doble que ahora les serán entregados a todos los partidos por órdenes del Tribunal Electoral del Estado, tras la inconformidad presentada por los partidos Hagamos Jalisco, PRD y PT.

Originalmente, la bolsa destinada para todos los partidos políticos era de poco más de 255 millones de pesos, pero tras la decisión del Tribunal el monto se incrementó en 32 millones 140 mil pesos para dar un total de 287 millones 295 mil 10 pesos.

Ante esto, Pedro Kumamoto y el resto de los integrantes de Futuro Jalisco no han puesto “el grito en el cielo” y mucho menos se han pronunciado en contra por el tamaño del despilfarro de los recursos públicos asignados a los partidos políticos… el suyo entre ellos.

Pero lo más notable es que se le olvidaron todas aquellas declaraciones que inundaron páginas de los impresos y consumieron horas en radio y televisión cuando era candidato a diputado y, peor, cuando ya lo era y promovía con “bombo y platillo” su famosa iniciativa bautizada como #SinVotoNoHayDinero que sus simpatizantes -entre ellos no pocos reporteros, comunicados y periodistas- “endiosaron” y lo llevaron al “altar” de la política jalisciense.

¿Y qué ha declarado sobre los casi 5 millones de pesos que Futuro Jalisco recibirá más de lo que inicialmente se le asignó? ¡Nada, por supuesto! No ha dicho “esta boca es mía” y menos ha salido ante los medios de comunicación a rechazar esa millonada de dinero de la que gozarán ahora.

Y es que si originalmente recibirían 5.7 millones de pesos -que a su representante ante el IEPC se le hicieron pocos-, ahora esa cantidad se elevará a poco más de 10 millones de pesos, prácticamente el doble de lo originalmente asignado.

Si ya como diputado había dado muestra de incongruencia entre su actuar y su decir -que para muchos colegas era algo así como el “canto de las sirenas” y le otorgaban amplios espacios en sus medios-, ahora con su silencio por el incremento en las prerrogativas a los partidos políticos, de lo que se beneficiará el suyo, se coloca en una difícil posición que lleva a ser considerado como un político más de los muchos que dicen una cosa y hacen todo lo contrario.

Y lo peor: que con su silencio y su tácita aceptación al derroche de recursos públicos en los partidos políticos -Futuro Jalisco, entre ellos-, es el primero en violar su bandera de que #SinVotoNoHayDinero, mandándola “al diablo”, y se integra a la tradicional clase política que no tiene el mayor remordimiento ni empacho en engañar a los ciudadanos.