En días pasados, de manera sorpresiva aspirantes de Morena a una alcaldía metropolitana manifestaron a través de sus redes sociales que le apuestan a la encuesta de su partido para definir quién será el candidato. Fue el caso de Alberto Uribe Camacho en Zapopan; Claudia Delgadillo González en Guadalajara y Martha Arizmendi Fombona en Tonalá.

Uribe escribió: “Es curioso cómo se enredan tanto en quién es la o el candidato en Zapopan. Nada está decidido aún. A quienes vivimos en la democracia nos gustan las encuestas. Sólo al resultado de las encuestas de Morena me voy a alinear”.

Delgadillo se pronunció a través de un video en el que no muestra su mejor semblante, pero también escribió: “Seguimos con la firme convicción de que la 4T llegue a Guadalajara y se incorpore de lleno al proyecto de nación de nuestro presidente Andrés Manuel. La unidad se construye y no se simula, estoy lista para competir en la encuesta y elegir al mejor perfil para Guadalajara”.

Arizmendi ha lanzado mensajes donde también dice apostarle a la encuesta, y se han difundido leyendas con la frase: “En la encuesta Martha Arizmendi es la respuesta”.

Dichos pronunciamiento tuvieron diversas lecturas, pero la más coincidente fue que Alberto, Claudia y Martha advierten que la decisión de ser candidatos no les favorecerá y que a través de estos mensajes estarían presionando para que se lleve a cabo la tan cuestionada encuesta con la que Morena define sus candidatos, que sería su última apuesta, y no se pretenda designarlos como “de unidad”.

Y esta lectura se advierte en los siguientes renglones: “Sólo al resultado de la encuesta de Morena me voy a alinear”, de Uribe Camacho; “la verdad se construye y no se simula, estoy lista para competir en la encuesta”, de Delgadillo González; y la condicionante de “en la encuesta (…) es la respuesta”, de Arizmendi Fombona.

¿O por qué -se preguntan en los corrillos políticos dentro y fuera de Morena-, hasta ahora que se acerca la definición de las candidaturas, los tres aspirantes le apuestan a que sea a través de una encuesta?

¿O será que los tres precandidatos tienen “otros datos” y saben que el resultado de sendas encuestas les serán favorables, por lo que su mensaje no es sino una “indirecta” para sus adversarios a fin de que acepten lo que según ellos serán en su beneficio? ¿Qué sabrán Alberto, Claudia y Martha que no sabemos los demás?

¿Será que advierten que la decisión en sus respectivos municipios no saldrá de una encuesta sino a través del viejo método del “dedazo”? Todo indica que esta es su mejor sospecha… o temor.

En el ir y venir de versiones en Morena, ayer trascendió al interior del equipo del delegado José Narro Céspedes que Carlos Lomelí Bolaños y Mariana Fernández Ramírez se colocaban a la cabeza para ser los candidatos en Guadalajara y Zapopan, respectivamente, mientras que en Tonalá ni de entre Martha Arizmendi ni Liliana Olea -las dos más fuertes contendientes- saldría la candidata; en tanto en Tlaquepaque ya no figuraba Alberto Alfaro al frente, no obstante que días atrás se aseguraba que él encabezaba la encuesta.

Pero, como lo hemos dicho, en Morena todo es posible y lo que hoy puede ser, no necesariamente se mantendrá horas después, ya no digamos días. Recordemos que semanas atrás se aseguraba que en Guadalajara sería mujer la rival de Ismael del Toro y en Zapopan hombre el contrincante de Juan José Frangie, en tanto que en Tlaquepaque también sería varón y en Tonalá una dama. Pero ahora las fichas se han movido de manera diferente.

Así, pues, si bien no está dicha la última palabra, la posición manifestada por estos tres aspirantes envían señales que, sin duda, darían mucho de qué hablar en caso de que, efectivamente, ellos no fueran los abanderados de Morena a las alcaldías que aspiran; de ser lo contrario, entonces habrá que tomar en cuenta estos mensajes como una nueva estrategia para “destaparse” como candidatos.

Y si no, al tiempo…