¿Cuántos de los nuevos son los de siempre?

Ahí estaban; las risas ensayadas, los apretones de mano, el afán de estrechar entre sus brazos a los asistentes “importantes”, la selfie que muestre cercanía, la sonrisa a pesar del desagradable olor a sudor.

Avanzan entre la multitud buscando ser reconocidos; carecen de importancia para la gran mayoría de asistentes, pero, a los necesitados de reconocimiento les cuesta trabajo aceptarlo.

La sorpresa se refleja en el rostro del que ya no puede avanzar hasta los lugares de adelante, pues no trae el gafete del color adecuado. Lo entregaron en el desayuno, para el que tampoco le llegó invitación.

Pocas mujeres entre las dirigentes, pero bien vestiditas, para no provocar.

El secretario suda al ver una vez más a la joven edecán, imagino, que es por el calor.

Ya toman su lugar los que serán ungidos; esta vez, como dirigentes de la nueva central obrera, anteriormente fueron ya representantes agrarios, ganaderos, empresarios, funcionarios de gobierno, lo que sea necesario… Con tal de obtener un beneficio.

Habla el presidente de Guadalajara, luce lejano, físicamente está en el teatro, su mente en otro lugar.

¡Fuera! ¡Fuera! ¡Es un honor estar con Obrador! ¡Es un honor estar con Obrador! El pueblo sabio interrumpiendo el discurso del gobernador.

Termina el acto, los del presídium se saludan entre sí, llevan años de hacerlo, de coincidir, de ser amigos, socios, compañeros de partido… desde el PRI… que los amamantó y “capacitó”.

“Nos buscamos en la semana”, pásame tu número de celular, el bueno”, “te tengo un asunto”, “mi líder”, “jefe”, “prócer”, “mi hermano”, “pinche convocatoria chingona traemos”, “aquí si están las bases”, frases que se repiten una y otra vez, en todos los niveles del teatro Degollado, recinto donde la farsa y la comedia ha tenido pocas obras con tantos actores.

-Yo invito vámonos a comer, ¿no? – Pregunta el aspirante a puesto popular o de partido, ahora representante sindical.

-Hoy traigo compromiso, pero, en la semana vemos. – Contesta el líder sindical que tiene invitación a la comida en el Sacromonte, con los demás pilares de la Confederación.

La nueva Confederación sueña con tener sus cinco lobitos; por lo menos cuatro tratan de arrastrar sus pesados cuerpos bien alimentados, en pos del camino que marcó don Fidel.

El acto de la nueva Confederación llena de vitalidad al viejo expresidente Echeverría… Su legado y él, sigue vivo en cada uno de los “nuevos” dirigentes sindicales.

¿Cuántos ex priistas de nombre, pero priistas de formas caben en el acto de una nueva organización?