Por Julio César Hernández

Asistente al informe del rector Carlos Briseño Torres, la dirigente del PRI, Beatriz Paredes Rangel, no acudió a la comida que con ese motivo se organizó en la casa de Enrique Dau Flores, por la avenida Prolongación Américas.

Paredes Rangel prefirió reunirse, a comer, con la militancia priísta, allá en la fonda “Don Paco”.

Ahí, tras volverles a advertir que será sancionado aquel militante que “negocie” en “lo oscurito” con Acción Nacional, les confesó:

“Hay quienes me critican porque no acostumbro reunirme con los santones de la política, con aquellos que llaman “las vacas sagradas”, pero yo prefiero… ¡estar aquí con ustedes!”.

Más de uno de los asistentes comentó a su vecino en voz baja: “¿Entonces nosotros qué somos? ¿la pedacera de la política…?”.