Gilberto Pérez Castillo
La dirigencia estatal del PRD ha estado controlada en los últimos años por el grupo político que controla también a la Universidad de Guadalajara; es decir, por el grupo político que comanda el ex Rector Raúl Padilla López, quien ya fue diputado local plurinominal por ese partido.
Sin embargo, no obstante que el grupo comandado por Raúl Padilla ha ganado las últimas elecciones por la dirigencia partidista, gracias a la movilización de la estructura universitaria, mucho trabajo le costará repetir en el control estatal del perredismo, por el surgimiento de nuevas estructuras que podrían, ahora sí, pelearle al tú por tú, en el plano electoral interno.
También contará seguramente la actitud que la dirigencia nacional del PRD acabe teniendo hacia el grupo universitario, dentro del nuevo panorama nacional y dentro del papel que decidan jugar ese partido y su candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Además, por supuesto, será determinante en esta decisión la evaluación que se haga del uso que el grupo político universitario le ha dado al partido en los últimos años.
Son, entonces, dos los factores que hay que considerar para calcular cuál puede ser el futuro del grupo de Raúl Padilla en el control del PRD Jalisco.
1. Raúl Padilla López y su grupo político no cuentan con la simpatía de Andrés Manuel López Obrador, quien considera que los universitarios no están realmente comprometidos con los objetivos del partido y que sólo lo usan para sus fines políticos particulares. La distancia con el grupo fue más que evidente en las giras que realizó el candidato presidencial a Jalisco.
Esa misma concepción comparte el dirigente nacional perredista Leonel Cota y muchos integrantes de la dirigencia nacional.
Por eso será determinante la actitud que guarde esta dirigencia a la hora de realizarse la próxima elección de dirigente estatal.
2. La mala reputación del grupo universitario no es privativa de López Obrador y de la dirigencia nacional. En las bases perredistas existe una fuerte tendencia a considerar también que los padillistas únicamente aprovechan y abusan del partido, pero que no le tienen lealtad ni el verdadero interés de hacerlo un partido competitivo en el plano estatal.
Sin embargo, los grupos opositores al grupo de Padilla López no han podido enfrentarse de manera organizada y unida contra los candidatos universitarios, por eso una y otra vez han salido derrotados.
Pero la experiencia de la campaña presidencial reciente, sobre todo con el ejercicio de las llamadas Redes Ciudadanas por AMLO, generaron nuevas estructuras de organización entre quienes no simpatizan con el grupo de la Universidad, al grado de que para muchos quedó evidenciado que esta organización acabó rebasando a la dirigencia estatal del PRD en Jalisco.
Una idea que se generó dentro de estas redes es la de que el grupo universitario realmente no estaba apoyando a AMLO ni a los candidatos a los demás cargos que estaban en juego porque su compromiso real estaba con el candidato a gobernador del PRI, Arturo Zamora Jiménez.
De acuerdo a esta interpretación, la dirigencia estatal del PRD realmente no movía un dedo a favor de los candidatos perredistas porque la prioridad en los intereses del Grupo UdeG era la de hacer ganar a Zamora, por lo que se buscó, como hace tres años, minimizar las campañas perredistas para no estorbar a los candidatos priistas.
Después del dos de julio, a raíz de las movilizaciones a las que convocó AMLO, de nueva cuenta los contrincantes de Raúl Padilla al interior del PRD sintieron que la dirigencia estatal actuó con sospechosa indiferencia.
Son estos grupos, los de las Redes, y no los priistas que en los últimos meses se pasaron al PRD, los que podrían poner en riesgo el control del grupo de Padilla en el PRD de Jalisco.
A favor del Grupo UdeG juega el factor tiempo. Aún falta mucho para que se elija al sustituto de