Gilberto Pérez Castillo

Dentro de lo anecdótico que resultó la comida que celebraron el 11 de enero Emilio González, Fernando Guzmán, Jorge Salinas y Eduardo Rosales, muchos perdieron de vista que uno de los temas centrales que tocaron los panistas en esa reunión fue el del Procurador Tomás Coronado Olmos.

Después de celebrada esa reunión resulta evidente que mientras disfrutaban de la comida que se sirve en La Vaca Argentina, los panistas prácticamente decidieron el futuro de quien ya resulta un muy incómodo lastre para el Gobierno del Estado y para el Partido Acción Nacional.

Acusado de abuso sexual de menores, Tomás Coronado es constantemente señalado por el coordinador de los Diputados Locales del PAN, Jorge Salinas Osornio, quien no ha tenido reparo en afirmar que el actual Procurador debería tomar la iniciativa de renunciar.

Desde esa comida, las menciones que invitan a Tomás Coronado a renunciar al cargo, provenientes del Congreso y de la dirigencia del PAN son más constantes.

También resulta significativo que la defensa a ultranza que venía haciendo de su colaborador el propio Gobernador Emilio González se ha esfumado.

Por eso no resultaría extraño que ahora sí, en fechas próximas deje su encargo Tomás Coronado porque ya le estorba a su partido y a quien lo invitó a colaborar en el Gobierno del Estado.