Por Julio César Hernández

No es tanto aquel cuento de “ahí viene el lobo”, pero parece ser que cada vez resulta más difícil para el presidente Felipe Calderón sostener en al frente de la Secretaría de Agriucltura al ex gobernador Alberto Cárdenas Jiménez, a quien cada vez le crece el número de sus oponentes que lo desconocen como su interlocutor, particularmente en el asunto de la apertura del capítulo agropecuario en el Tratado de Libre Comercio.

Mientras una numerosa marcha de campesinos se aproxima a la ciudad de México, provenientes de Chihuahua -a los que se les anexarán otros grupos conforme avance la marcha-, en protesta por el TLC, allá en las paradisíacas playas de Cancún los diputados federales del PRI acordaron hacerle el “vacío” y no presentarse a la comparecencia que el titular de la Sagarpa hará ante la Comisión Permanente.

Inclusive, le notificarán del acuerdo a los senadores priístas, para que avalen, apoyen y tampoco acudan a dicha comparecencia, lo que por supuesto significa un fuerte “descalabro” para el jalisciense que, de alguna manera, alcanza al presidente Calderón.

Los priístas ya anunciaron que no dialogarán para nada con Cárdenas y que su interlocutor para hablar de asuntos del campo será el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.

Así, pues, el tiempo se le acaba a Cárdenas Jiménez.