Por Maggie G. Urzúa
La alianza entre PRI, PAN y PRD pintaba como fuerte adversario por las diputaciones federales de Jalisco, pero la revelación de abanderados de la “vieja escuela” apunta a un fracaso. Sucede con Francisco Ramírez Acuña, Jorge Arana y con Humberto Amezcua en el Distrito 19.
La selección de varios candidatos es un acto carente de toda lógica y percepción del presente. No es posible que “resucitando muertos” que figuraron hace 20 o 30 años pretendan competir en un mundo que los ha rebasado.
Es el caso del Sur de Jalisco. En esta región el PRI fue hundido hasta el tercer lugar hace tres años, el PAN dejó de ser fuerte desde 2015; mientras con la aparición del partido Hagamos, el PRD ha quedado prácticamente sepultado.
Desde ahí comenzaron los absurdos cuando en “Va por México” decidieron que a la cabeza debía ir un simpatizante de la pieza más débil en la tercia. El paso natural era inscribir a un militante de los otros institutos, pero teñido de amarillo…
¡Y lo hicieron!, pero con la peor opción posible. La aspirante ideal era la panista Claudia Murguía, quien en su pasó por la 62 Legislatura local ha sabido asentarse como una de las caras nuevas entre la política estatal.
Si por asuntos de simpatía esta carta no les servía, en el PRI pudieron echar mano de sus tradicionales “chapulines”: Chava Barajas, Hugo Contreras o José Luis Orozco, tres personajes obsoletos para las exigencias actuales, pero de que son conocidos, lo son.
Tampoco caminaron por este sendero. Si la mencionada generación tricolor es rancia, ¿cómo se verá alguien que les antecedió en el servicio público de hace tres décadas?
Contra todo pronóstico, el PRIANRD le está apostando al priista Humberto Amezcua Bautista. Los últimos comicios que ganó ocurrieron en 1997 (diputación local). En 2000 perdió su lugar en el Congreso de la Unión.
En 2018 contendió por su natal Pihuamo bajo las siglas del Verde Ecologista, y ganó… pero una regiduría. Luego volvió a su PRI para ser delegado distrital; ahora resulta que emigró a su tercer partido en un trienio.
¿Quién realizó las negociaciones que tan fácil les vendieron los “espejitos”? Imposible que un perfil con esta presentación resulte competitivo en las elecciones con mayor número de partidos, donde la delantera la traen aquellos que crearon el modelo de comunicación política vigente y controlan la agenda pública (MC y Morena).
A quién se le ocurrió la genial idea de que los jóvenes y mentes progresistas del Distrito 19 podrían votar por un hombre cuyo antecedente más cercano tuvo lugar cuando apenas vivían la tierna infancia, mientras enfrente surgieron opciones como Futuro o Hagamos.
Si los verdaderos propósitos de “Va por México” son ir por la derrota y hacerles el camino más fácil a los rivales, los cumplirán con creces.