Más allá de filias y fobias, si alguien puede representar mejor como dirigente nacional la esencia y la naturaleza de un partido como Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), esa es Yeidckol Polevnsky, aspirante al cargo junto con Mario Delgado Carrillo y Porfirio Muñoz Ledo.

Más allá de lo que dijo la encuesta del Instituto Nacional Electoral (INE) de que Muñoz Ledo es el más conocido o lo que digan las encuestas de empresas privadas especializadas en la materia, que colocan a Delgado Carrillo punteando la contienda, quien conoce a Morena al derecho y al revés y mejor entiende el espíritu del proyecto lópezobradorista es Polevnsky, su actual secretaria general.

Ella conoce sus fortalezas y las presume: “Yo no hago campaña porque ya he hecho mi trabajo; conmigo están los militantes”. ¿Sus posibilidades reales de ganar?, le pregunto. “Si (en la encuesta) se le pregunta a los militantes y simpatizantes, voy a ganar”, responde. ¿Si no gana, sería un fracaso? “No veo viable perder”. ¿Podría haber trampa? “No quiero tener esa duda”.

Desde su perspectiva como una de las fundadoras de Morena, Yeidckol Polevnsky califica de “dolorosa” la forma como se elegirá a la nueva dirigencia de su partido, pues prácticamente se aleja de lo que al respecto establecen sus estatutos y la tarea quedó en manos del INE por instrucciones del Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial.

“Es absurdo y fuera de toda racionalidad. Es penoso… ¡Es demencial! Es una falta de respeto al estatuto, a la militancia y a la legalidad”.

¿Y entonces por qué participa?, pregunto. “Me interesa el partido. Y salgo para informar a la militancia de lo que está pasando”, responde.

Polevnsky cuenta los errores -yo diría torpezas- del actual dirigente Alfonso Ramírez Cuéllar y que son los que dieron al traste con un buen proceso de elección de su nueva dirigencia en el marco de sus estatutos; se sorprende porque los candidatos -varones- a la secretaría general son unos completos desconocidos dentro de Morena; se indigna porque no obstante que Muñoz Ledo es diputado externo, fue reconocido como militante para que pudiera contender; y reprueba que con el mismo propósito se le haya permitido ser candidato a Delgado Carrillo cuando no cumplió con el requisito de solicitar licencia en el plazo estatutario de 90 días antes ni registrado su militancia en el tiempo exigido.

Ante las versiones de que el canciller Marcelo Ebrard y el senador Ricardo Monreal están detrás de Mario Delgado, y la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, de Porfirio Muñoz, Polevnsky lo lamentó y dijo: “Qué difícil es que alguien tenga que tener padrino”.

Yeidckol, pues, le apuesta a su origen morenista y a su trabajo al lado de López Obrador desde años atrás, para que militantes y simpatizantes respondan la encuesta a su favor y convertirse en la nueva presidente de Morena.

¿Pecará de confiada o estará resignada a que la exposición mediática de Mario o la popularidad de Porfirio terminarán por imponerse?

Al tiempo…