Al llegar a la presidencia municipal de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez tomó como bandera hacer respetar la ley y meter al orden a todo aquel o aquello que no lo hiciera. Y fue así como “limpió” el Centro Histórico de vendedores ambulantes que estaban fuera del reglamento y, entre otros casos, ahora se ha propuesto hacer lo mismo con aquellos desarrolladores inmobiliarios que infringen la ley.
Sin duda que acciones así son para reconocerse y aplaudirse. Incluso, eran demandas ciudadanas que anteriores gobiernos no escucharon o ignoraron.
Pero -siempre hay un “pero”-, nos enteramos que si violentar la ley le deja un beneficio al actual gobierno tapatío, entonces no hay problema y basta un “manotazo” o un grito del alcalde para “aceptar” que su gobierno no viola la ley. Y si la viola, tenemos que creer que no lo hace por el simple hecho de que así lo asegura el primer munícipe.
O sea en Guadalajara la ley la viola quien dice el alcalde Enrique Alfaro Ramírez. Nadie más.
Por si alguien tiene alguna duda de ello, basta leer la nota que publican hoy todos los matutinos y difundieron los medios de comunicación electrónicos. El periódico El Diario NTR Guadalajara publicó ayer la siguiente nota en su portal en internet. Es una joya lo que ahí leemos y es lo siguiente:
“Tras la solicitud que realizaron regidores priístas de Guadalajara para que el coordinador de Comunicación y Análisis Estratégico, Carlos Delgado Padilla, sea destituido del cargo, el alcalde Enrique Alfaro Ramírez, respondió que este funcionario municipal continuará en el cargo y las empresas Idatcom, Eu Zen y La Covacha continuarán en el padrón de proveedores.
“ ‘Carlos Delgado es el director y seguirá siendo el director, es una persona importante del gobierno, no tiene conflicto de interés alguno, tiene su declaración 3de3 publicada, es una gente que ha trabajado conmigo desde el inicio de la administración, no solamente no lo voy a despedir sino que valoro muchísimo su trabajo y es una pieza muy importante”, subrayó.
“Dijo que las tres empresas han trabajado con él  desde hace años en materia de comunicación y son quienes manejan las plataformas digitales, “particularmente la de un servidor, van a seguir trabajando mientras yo sea presidente municipal, no tengo conflicto de interés yo, no tiene conflicto de interés ningún funcionario”.
“Tras ser cuestionado si se evitará que la contratación de servicios de estas empresas a través de adjudicaciones directas, el alcalde tapatío respondió que no, porque sólo contratará a las empresas que son  de la confianza de su gobierno, “no es cualquier trabajo”.
Hasta aquí la nota publicada por NTR Guadalajara.
Que “nadie se haga bolas”, pues. Los “pillos” y los violadores de la ley están afuera del Ayuntamiento de Guadalajara. En su interior nadie lo hace ni nadie tiene conflicto de intereses. Todos son unos santos. Todos son inmaculados. Basta que lo diga el alcalde para que así sea, aunque en los hechos todos veamos otra cosa.
Si en “El Quijote”, Cervantes comienza con la frase: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…”, bien podríamos inscribir en la fachada del Palacio Municipal de Guadalajara la siguiente frase: “Este es un lugar son mancha…”.
Sin embargo, dejó una pregunta: ¿Deveras no hay violación a la ley ni conflicto de intereses, no sólo de Carlos Delgado sino de alguien más ahí en el gobierno municipal? ¿Deveras, deveras…?
Hay un dicho que dice: “Piensa mal… y acertarás”.