Hace unas semanas, cuando los medios de comunicación preguntaron a Enrique Alfaro ¿quién se ocuparía de la seguridad en el municipio de Guadalajara? Fue muy sincero al decir que estaba en contacto con asesores especialistas en seguridad, a nivel estatal, federal e internacional, que le ayudarían a tomar la decisión.

La designación de Salvador Caro Cabrera, como Comisario General de Seguridad Ciudadana, según gente que participó en la decisión,  es el resultado de los informes recibidos por parte de los asesores consultados.

Como no se encontró un personaje que pudiera estar al frente de la Comisaría General tapatía, que tuviera un historial limpio. Enrique Alfaro pidió a Salvador Caro su apoyo para cubrir ese hueco.

Si revisamos los nombres que en su momento sonaron para ocupar la Comisaría General de Guadalajara, veremos qué, en su historial al frente de las corporaciones policiacas, al que menos le han señalado, es de inepto.

Y si en política, podemos quejarnos de la repetición de los mismos nombres, y las mismas familias; en seguridad andamos peor.

En los últimos 25 años, los puestos operativos importantes en las corporaciones de seguridad, solo cambian de ayuntamiento, descansan uno o tres años, y luego vuelven a aparecer.

Otra razón más política, para que Salvador Caro sea designado como Comisario General, cuando se pretende una metropolización policiaca; es el hecho de que Caro Cabrera, ha mantenido con Eduardo Almaguer, una buena relación desde que ambos militaban en el PRI. Recordemos el inicio de 2012, Salvador Caro era diputado federal con licencia y, aspiraba a ser alcalde de Guadalajara, en ese tiempo Eduardo Almaguer Ramírez era regidor en Guadalajara, y juntos protestaban afuera del edificio del PRI, ubicado por Calzada del Campesino, contra Rafael González Pimienta. Semanas después Caro renunciaba al PRI, y Almaguer era ungido sucesor de González  Pimienta.

Si bien es cierto, que la decisión final de poner a Salvador Caro como Comisario General, fue tomada unas horas antes de darlo a conocer; pues existía otra opción, que al final, no se escogió. Enrique Alfaro nunca imaginó, que los encargados de los famosos exámenes de control y  confianza, tardarían tanto en entregar los resultados. Lo que provocaría que se especulara acerca de la aprobación del examinado.

Resulta curioso que se filtraran en medios de comunicación, los supuestos resultados negativos de Salvador Caro; y no, los más de 500 exámenes reprobados por los agentes de movilidad, que esta semana Servando Sepúlveda, aceptó existían. Coincidentemente, en entrevista con Gricelda Torres Zambrano y Jaime García Elias, por Radio Metrópoli, el Secretario de Movilidad dijo que los exámenes que sus elementos habían reprobado, eran el del polígrafo y el psicológico, y que según Ruth Gallardo Vega -encargada estatal de la realización de los exámenes-, se les consideraba un perfil de riesgo. Casualmente, esos son los mismos exámenes, que se decía, reprobó Salvador Caro, lo que imposibilitaría su cargo como Comisario General.

Salvador Caro Cabrera, ya tiene los resultados aprobatorios, de sus exámenes de control y confianza, y podrá ser nombrado Comisario General de Seguridad Ciudadana en Guadalajara. Los 500 agentes que reprobaron sus exámenes de control y confianza, siguen trabajando en la Secretaría de Movilidad.

Recuerde…

“En política, nada ocurre por casualidad.

Cada vez que un acontecimiento surge,

se puede estar seguro que fue previsto

para llevarse a cabo de esa manera.”

Franklin D. Roosevelt.