El gobernador electo Jorge Aristóteles Sandoval Díaz y el coordinador del PRI en el Congreso, Miguel Castro Reynoso
Tuvieron que pasar cuatro meses para que pudiéramos ver finalmente al PRI operar políticamente con eficacia en Congreso.
Los actuales diputados asumieron el cargo en noviembre, desde entonces el PRI fue vencido por la oposición cuando se decidió la estructura administrativa del Congreso y tuvo yerros importantes al aprobar el presupuesto para 2013 como negar primero y luego verse obligado a autorizar al Ejecutivo a contratar créditos urgentes.
Durante estos cuatro meses los diputados en su conjunto no han tenidos logros que puedan hacerlos destacar, más allá de no renovarles contratos a una buena cantidad de trabajadores supernumerarios, aunque no se puede considerar tampoco un gran logro, pues eran empleados a los que se les adeudaba sueldos de varios meses.
Sin embargo durante la semana pasada y ésta, los priistas se pusieron a trabajar en la operación política para sacar adelante la reforma al Poder Ejecutivo que apenas hace unos días fue presentada por el gobernador electo, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
Durante una semana, aceptando cambios y cediendo en diferentes propuestas de los diputados de oposición, se fueron logrando los consensos suficientes para que la reforma se lograra concretar bajo la supervisión del coordinador del PRI, Miguel Castro Reynoso, así como del coordinador del equipo de transición, Ricardo Villanueva y del ex alcalde de Guadalajara, Francisco Ayón.
Aunque la reforma incluye modificaciones a las facultades de varias dependencias, quizá el tema más atractivo en lo informativo fue la creación de la Fiscalía General, que aglutina a la Secretaría de Seguridad con la Procuraduría de Justicia.
La primera parte de la reforma era la negociación con las fuerzas políticas dentro del Congreso y fue resuelta a tiempo, incluso los diputados trabajaron inusualmente en sábado y domingo, logrando una aprobación unánime.
Al dar su aprobación, todas las fracciones dejaron ver al priismo que ya les han dado las herramientas para que el inicio de la nueva administración estatal, pueda operar de acuerdo con sus estrategias.
Pero la aprobación de los diputados no es suficiente, pues para modificar la Constitución es necesario que el Constituyente Permanente lo valide y éste lo integran el pleno del Congreso y los 125 ayuntamientos de Jalisco.
Pocas veces se ha visto una reforma aprobada como ésta, pues no sólo se revisó, se ajustó y se aprobó en el Congreso en una semana, sino que a unas horas de haber pasado por los diputados, ya estaba notificada en los Ayuntamientos y éstos sesionaron para dar su aval.
Ayer por la tarde ya eran más de 90 los municipios que habían sesionado para aprobar este tema y sólo hace falta que llegue de regreso el documento al Congreso con la notificación correspondiente, para que se dé cuenta a los legisladores y se pueda turnar al Ejecutivo para su publicación.
Claro, aún queda el último filtro, pues debe turnarse al Poder Ejecutivo para su publicación y tiene la obligación de revisar que la reforma en su conjunto, no tenga elementos contradictorios o que violenten principios constitucionales, pues de ser así, estaría obligado a hacer observaciones, lo que despectivamente llamamos veto.
Sin embargo, se prevé que la reforma pueda ser publicada, incluso cuando pueda tener inconsistencias, pues ya corresponderá a las nuevas autoridades operar bajo esas modificaciones.
La verdad es que ya hacía falta ver al PRI haciendo política, esperemos que los veamos más seguido haciéndolo.
Ahora viene la parte complicada: gobernar, pues falta demostrar que el largo periodo de transición no se usó sólo para esperar, sino que se demuestre que sirvió para preparación y dar resultados.
Esperemos además que esta buena negociación entre todos los partidos no sea un hecho aislado, sino que ya sea una forma de gobernar en el Congreso, porque le hace mucha falta para poner orden en este poder que está muy devaluado en su imagen pública.
