Años atrás, los entonces diputados miembros de la denominada Comisión de Inspección del Congreso del Estado ni siquiera se ruborizaban cuando se les decía que esa era “la mejor lavandería del Estado”, y ellos sabían por qué y nada hacían por acabar con esa mala fama.
Por el contrario, quizás hasta con mayor intensidad “tallaban” las cuentas públicas al grado de que al salir de esa Comisión y llegar al pleno del Congreso quedaban “relucientes”, pese a que la Auditoría Superior del Estado se las enviaban bastante “sucias”; esto es, con cargos por observaciones no solventadas.
Y hoy que la Comisión cambió de nombre y que hay una nueva Ley de Fiscalización, las cosas no son muy diferentes respecto a las cuentas públicas, en las que curiosamente es ahí en el Congreso del Estado donde los entes fiscalizados logran “aclarar”, como por arte de magia, aquello que no lograron hacerlo en la Auditoría Superior.
Es el caso del trienio 2004-2006, durante el cual el Congreso del Estado “borró”  más de 450 millones de pesos que la Auditoría Superior había aplicado por observaciones no solventados por parte de las administraciones municipales en turno.
El desglose por años de dicho trienio es el siguiente:

  • En 2004 la ASEJ aplicó cargos por más de 42 millones de pesos, pero el Congreso del Estado lo redujo a poco más de 3 millones.
  • En 2005 los cargos que aplicó la ASEJ fueron por más de 161 millones de pesos, pero el Congreso dejó la cuenta en poco más de 13 millones de pesos.
  • En 2006 la ASEJ aplicó cargos por más de 338 millones de pesos, pero el Congreso disminuyó el monto a apenas poco más de 74 millones de pesos.

En el siguiente trienio las cosas no son diferentes:

  • En 2007, la ASEJ impuso cargos por más de 356 millones de pesos, pero el Congreso estatal los disminuyó a apenas poco más de 4 millones de pesos.
  • En 2008 los cargos que aplicó la ASEJ a los Ayuntamientos en su totalidad ascendió a poco más de 486 millones de pesos, pero el Congreso del Estado los redujo a la ridícula cantidad de poco más de un millón de pesos.
  • En las cuentas públicas de los Ayuntamientos del 2009, la ASEJ aplicó cargos por más de 2 mil 365 millones de pesos, y actualmente está pendiente el monto aprobado por el Congreso, toda vez que aun no concluye la revisión de las cuentas públicas correspondientes a ese año fiscal.

Obviamente las preguntas brotan:
¿Cómo es posible que como por “arte de magia” los entes fiscalizados puedan aclarar en la Comisión de Vigilancia aquellas cantidades económicas que no lograron hacer anhte la autoridad fiscalizadora?
¿Cómo es posible que sin contar con una estructura especializada en auditorías, el Congreso del Estado logre aclarar y justificar números que los Ayuntamientos no logran hacer ante la Auditoría Superior?
¿Cómo es posible que cuentas públicas como la última del priista Palemón García Real sean aprobadas ¡cinco años después! y sin cargo alguno?
¿Y cómo es posible que los llamados organismos ciudadanos y los empresarios que se han “rasgado las vestiduras” como paladines de la transparencia, honestidad y moralidad, guarden silencio ante un “lavado” de la envergadura como la que se hace en el Congreso del Estado?