En el caso del PRI las cosas no son diferentes respecto a la postura de la mayoría de los diputados del PAN y el caso del Auditor Superior del Estado.
Incluso, en la reciente visita de su dirigente nacional, Humberto Moreira “bateó” a los diputados que pretendieron subir el tema a la mesa de la discusión, como si el asunto fuera de vital importancia que ameritara la atención de quien está más preocupado por sacar adelante la elección en el Estado de México, Nayarit y su propio estado Coahuila.
En la cena que el jueves se realizó en la casa del senador Ramiro Hernández García -que por cierto generó algunos celos de otros aspirantes a la gubernatura-, el tema del Auditor no se abordó ni por equivocación.
En la comida que Moreira sostuvo con los diputados y alcaldes ya el viernes al mediodía, quien curiosamente sacó el tema a relucir fue la diputada Rocío Corona Nakamura, a quien inmediatamente secundó el diputado “barbista” Luis Armando Córdova, pero el dirigente nacional los “paró en seco” y, palabras más palabras menos, les dijo:
“Ahí no se mueve nada, todo se queda como está…”, y ya no dijo más. Obviamente, ninguno de los demás diputados, como Jesús Casillas que estaba tan interesado en que el Auditor dejara el cargo, volvió a tocar el asunto y ahí quedó todo, aunque ,claro, por ahí hay algunos legisladores que mal informan incluso a su dirigente Rafael González Pimienta en espera de que les dé ´”línea” para remover a  Alonso Godoy Pelayo.
Inclusive, días atrás los legisladores se reunieron también con el secretario de Organización, Ricardo Aguilar Castillo, a quien le plantearon el caso de Roberto Marrufo como coordinador de la bancada, y el dirigente fue claro: “Aquí venimos a sumar, no a dividir ni restar”.
Así, pues, seguramente Rafael González Pimienta llegará a la reunión con sus correligionarios y los coordinadores de las bancadas legislativas, convencido de que la remoción del Auditor Superior no está a discusión por no haber motivos legales para ello.