“Carlos Lomelí Bolaños, Súper Delegado de Morena en Jalisco, es el centro de una red farmacéutica conformada por nueve empresas dedicadas a la venta de medicamentos que han compartido los mismos socios, apoderados legales, representantes e incluso domicilio en Zapopan, Jalisco, a pesar de que el funcionario solo reconoce como propias cuatro de esas compañías.

“Ese grupo farmacéutico ha vendido miles de millones de pesos en contratos gubernamentales en siete años (2012-2019). Tan solo una de esas compañías, Abastecedora de Insumos para la Salud, Abisalud, ganó, en lo que va de 2019, más de 164 millones de pesos, adjudicados por el Gobierno Federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador”.

Con estos dos párrafos inicia el texto -titulado “El emporio farmacéutico a la sombra del Súper Delegado Lomelí”- elaborado por Valeria Durán y Laura Sánchez, de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), y que tras ser publicado primeramente por el diario español El País, bajo el encabezado “La sombra de corrupción de un colaborador cercano pone a prueba a López Obrador”, generó una lluvia de comentarios y la réplica de la información en portales de diversos medios de comunicación como Forbes, Urgente 24, de Argentina; La Vanguardia y El Diario Vasco, ambos de España, y de prácticamente todos los medios de comunicación del país.

Carlos Lomelí Bolaños, el súper delegado aludido, respondió a estas publicaciones con un texto que subió a su cuenta en Twitter a las 22:28 horas del domingo y en el que argumenta: “Rechazo los señalamientos que, sin fundamento, difunden en contra de mi persona. Reitero: ninguna de las empresas en las que tenga participación interviene  ni intervendrá en licitaciones gubernamentales”.

El trabajo de MCCI ahonda en un tema abordado ya por algunos medios de comunicación y que una y otra vez Lomelí Bolaños ha desmentido; sin embargo, en esta ocasión, por los detalles revelados y quizás por ser del organismo ciudadano que la difundió, la información registró una amplia e inusitada difusión que hubo quien pronosticó que alcanzaría la “mañanera” de ayer del presidente Andrés Manuel López Obrador y que provocaría la caída del coordinador de los programas sociales del gobierno federal en Jalisco.

Esto último es lo que ha generado gran expectativa en los corrillos políticos. ¿Podrá López Obrador sostener en su cargo a Carlos Lomelí? ¿Se la jugará con él a pesar de esta información que le ha dado la vuelta al país y alcanzado algunos puntos en el exterior? Pero, además, ¿qué decisión tomará el presidente de la República luego de que el Grupo Reforma difundió que su cuñado, Rodrigo Gutiérrez Müller, trabaja para Laboratorios Solfran, propiedad del ex candidato de Morena a la gubernatura? ¿Qué efectos políticos tendrá el golpe mediático en contra de Lomelí Bolaños y que salpica al propio Andrés Manuel?

Aunque la información de que el gobierno de Estados Unidos investigaba a Carlos Lomelí lo perseguía como su sombra, pese a que en reiteradas ocasiones negó que fuera cierto, su candidatura al gobierno estatal y posterior designación como coordinador de programas sociales logró diluir los señalamientos en su contra. Pero, ¿logrará salir airoso de este nuevo golpe o será de nocaut? ¿Podrá un tuit de 169 caracteres contrarrestar una investigación detallada en su contra de cómo logró en lo que va de este año obtener ingresos por 164 millones 460 mil pesos a través de adjudicaciones directas en diversas entidades del país gobernadas por Morena, así como otros pormenores de esa red farmacéutica descubierta?

Reza un dicho que “lo que no tumba, fortalece”. ¿Logrará Carlos Lomelí salir fortalecido de este demoledor golpe del que quizás ni siquiera el presidente de la República logre salvarlo? Al tiempo.