La foto corresponde a la ceremonia del 103 Aniversario de la llamada “Marcha de la Lealtad” el pasado nueve de febrero, que recuerda el recorrido de Francisco I. Madero en 1913, del Castillo de Chapultepec a Palacio Nacional, escoltado por cadetes del Heroico Colegio Militar.
La imagen fue tomada por uno de los fotógrafos de Presidencia, y apareció en las redes de la misma. Después el senador Arturo Zamora Jiménez les dio difusión en su página de Facebook.
En el centro de la foto el presidente Enrique Peña Nieto va enfrascado en lo que parece una interesante plática con los secretarios de la Defensa y de Marina. Hasta se ha soltado de la barra.
Atrás, ignorados, van los representantes de los poderes Legislativo y Judicial (siempre resignados a vivir a las espaldas del Ejecutivo), Arturo Zamora y Javier Laynez Potisek, ministro representante del Presidente de la Suprema Corte.
Experto en aprovechar todas las oportunidades, Zamora se ha dado cuenta de la presencia de las cámaras en el vehículo que los antecede. Hábil, se ha recorrido para quedar entre el general y el presidente. Sabe que saldrá en la foto. El ministro de la Corte no tiene la misma habilidad (o la misma necesidad), el cuerpo y la gorra de gala del almirante casi lo anulan.
¿En qué o en quiénes piensa Zamora mientras posa desde el humvee?
Tal vez en su familia: en casa deben estar muy orgullosos.
Puede ser que en su historia personal: en el muchacho de barrio pobre que ha llegado a las grandes ligas de la política nacional.
Quizás en sus paisanos: se sabe un influyente protagonista de la política estatal y que, desde lejos, los políticos jalisquillos observan sus pasos.
Hasta puede ser que esa mirada fija en la lente de la cámara se la haya dedicado a sus malquerientes dentro del gobierno estatal y en el PRI local, porque de que los tiene los tiene: esos que le hicieron la vida cansada cuando fue el titular de la Secretaría General de Gobierno y que lo orillaron a regresar al Senado.
¿Para quién posó Arturo Zamora?