Dice un dicho, y dice bien, que “cuando veas las barbas de tu vecino cortar… pon las tuyas a remojar”.
¿Podría aplicarse este dicho a la aspiración de Cynthia Cantero Pacheco a ser la titular de la Auditoría Superior del Estado (ASEJ), luego de que se frustró la llegada de Andrés Talamantes Lobato como primer fiscal anticorrupción?
El retiro de la terna que envió el gobernador Aristóteles Sandoval al Congreso del Estado para que de ahí se designara al fiscal anticorrupción, fue motivado por la ola de críticas generadas por quienes la integraban, particularmente dos: el propio Talamantes Lobato y Lilia Iris Morán Ferrer, pues mientras el primero se negó a entregar su declaración “3 de 3” y someterse a una evaluación extraordinaria impuesta por el Comité de Participación Social, la segunda enfrentaba un conflicto de interés al ser parte del Poder Ejecutivo, no obstante haber sido la mejor evaluada.
Si a Talamantes se le reprochó no ser transparente en su declaración patrimonial, fiscal y de conflicto de intereses, y negarse a ser evaluado, y a Morán Ferrer tener ese conflicto de interés, ¿se le disculpará a Cantero Pacheco no cumplir con el requisito de los cinco años de experiencia en auditoría financiera y enfrentar conflicto de interés evidente?
Al igual que a Lilia Iris Morán, a Cynthia Cantero se le permitió llegar hasta el final del proceso no obstante no ser elegible por lo ya ampliamente documentado en las dos entregas de anteayer y ayer en Marcatextos; sin embargo, el Mandatario estatal no reparó en ello y envió al Congreso una terna de candidatos que horas después tuvo que retirar y pedir a los diputados que no la tomaran en cuenta.
Y las razones de ello son las mismas por las que Cantero Pacheco está impedida para ser titular de la ASEJ.
En este marco, pregunto: ¿Los diputados continuarán con el juego que los obliga a cumplir con lo pactado como cuotas partidistas e impondrán a la actual presidente del Instituto de Transparencia como nueva auditora superior?
Si el acuerdo era entregarle al alfarismo la fiscalía anticorrupción y el gobernador rectificó a tiempo al retirar la terna en la que se incluía al presunto beneficiado del pacto -Talamantes Lobato-, ¿los diputados cumplirán con lo presuntamente acordado que es entregarle al priismo la ASEJ o recularán y aceptarán que la postulante es inelegible?
Si MC no tuvo fiscal anticorrupción, ¿entonces el PRI no tendrá Auditoría Superior?
Si se frustró la llegada de Andrés Talamantes, ¿se frustrará la llegada de Cynthia Cantero para “quedar a mano”?
No estamos lejos de conocer las consecuencias que la decisión de ayer del gobernador Sandoval Díaz provocará en torno a los acuerdos políticos pactados “tras bambailias”.
Es cuestión de poco tiempo.