Dice Miguel Ángel Martínez Espinoza, dirigente estatal del PAN, que el frente amplio que a nivel nacional “cocinan” su partido, el PRD y el partido Movimiento Ciudadano, no pasa por Jalisco.
O sea, no obliga a replicarlo en la entidad.
Aquí en Marcatextos, y en otros medios, ha quedado registrado el permanente rechazo de Martínez Espinoza y de otros muchos panistas a cualquier posibilidad de alianza con el partido de Enrique Alfaro Ramírez, no así con el PRD con el que ya contendieron en alianza en 2015 en algunos municipios.
Pero hoy no se habla de una alianza PAN-PRD porque el partido del solo azteca prácticamente ya la concretó con el partido alfarista, de acuerdo a las señales que ambos han enviado. O mejor dicho, con las señales enviadas por el Grupo Universidad y los alfaristas, así de concreto. Sin embargo, se abre la expectativa sobre qué sucederá en el panismo de Jalisco de concretarse un frente amplio cuyo apellido ya se pelean sus tres integrantes.
Para el PAN, este frente amplio debe apellidarse “de Oposición”; para el PRD su apellido debería ser “Democrático”, a fin de que lleve su sangre; y para el PMC el apellido que lo identifique debe ser “Ciudadano”. El ego sale a relucir en estos dos últimos. Pero también tiene otra connotación. El del PAN, negativo: oposición. Los del PRD y PMC positivo: democrático y ciudadano.
Sin embargo, yo me quedo con la denominación panista por auténtica y real: Frente Amplio Opositor.
Y es que ni el PRD ni el PMC son democráticos, como tampoco son ciudadanos.
Pero lo que interesa es saber hasta dónde obligará este frente amplio nacional al panismo de Jalisco a aliarse con sus adversarios PRD y PMC, dos partidos que tienen “dueño”: Raúl Padilla López, el primero, y Enrique Alfaro Ramírez, el segundo. Esa es la gran diferencia con las dirigencias nacionales de estos dos partidos, pero también creo que existe otro punto de coincidencia: el partido Movimiento Ciudadano es parte de la “chiquillada”, con poca presencia a nivel nacional, mientras el PRD está en franca descomposición y va “en picada”. Sus cuadros se los está llevando a Morena, Andrés Manuel López Obrador.
El PAN en Jalisco es la tercera fuerza política, pero de sumarse a un frente amplio estatal son serias las posibilidades de quedar borrado del mapa político, consumido por un partido -el alfarista- que tiene muchas posibilidades de ser gobierno y que representaría para los panistas un atractivo y extraordinario “manjar” para estar en nómina, como lo fue para muchos que sin vergüenza alguna se sumaron al alfarismo en 2015 a fin de seguir viviendo del presupuesto.
El caso del PRD es otra cosa. Una alianza con el PMC o con el PAN le significa una importante “bocanada” de oxígeno que le permitiría seguir respirando en la política del estado.
Pero hay que esperar a ver cómo transcurre la integración de este frente amplio, hasta dónde llega y quién será su abanderado nacional si es que los acuerdos les permiten llegar hasta ese punto, aunque creo que el menos beneficiado con él es el PAN.
Soy escéptico, pero todo puede suceder en la política, y más en este México nuestro.
Al tiempo.