Gilberto Pérez Castillo

Una vez más el Grupo UdeG volvió a demostrar que es un mito como maquinaria electoral.

Lo paradójico es que, a pesar de tantas muestras de ineficiencia electoral que este grupo ha sumado, aún haya políticos que le apuesten a darle prioridad a construir alianzas con los políticos universitarios.

En la pasada elección de la dirigencia estatal del PRD en Jalisco el Gupo UdeG le sufrió para mantenerse en la presidencia de ese partido, sin embargo sus opositores, encabezados por Marco Jasso Romo, lograron sacar el 40% de los votos, quedándose con la Secretaría General y seis de las trece secretarías que integran el comité estatal perredista. Esto sin contar con la dirigencia del partido, ni con la nómina universitaria, ni con los recursos de la universidad, y teniendo tan sólo una cuantas semanas de organización.

Además, en lo que concierne a la elección de la dirigencia nacional, el Grupo UdeG le dio malas cuentas a su candidato Jesús Ortega, quien fue vencido en Jalisco por Alejandro Encinas.

Este pobre resultado obtenido por el Grupo UdeG se suma a una larga lista de derrotas electorales que ha acumulado este grupo político encabezado por Raúl Padilla López, tanto con candidatos propios como apoyando a candidatos ajenos con los que han hecho alianzas, y tanto con candidatos del PRD como con abanderados del PRI y otros logos partidistas.

Paradójicamente aún existen políticos, como quienes encabezan la actual dirigencia del PRI en Jalisco, que siguen pensando que hacer alianzas con el Grupo UdeG es fundamental o prioritario para ganar elecciones.