Y en Tlaquepaque… sigue la mata dando.
Dicen en la Villa Alfarera que la presidente municipal, María Elena Limón García, sigue imparable con su racha de despidos de funcionarios de primer nivel y con decisiones y conductas con las que, como ha sido su característica, quiere dejar patente que ahí nada más sus “chicharrones truenan”.
Ahora Limón García le “cortó la cabeza” a Carlos Sánchez Quintero, director de Cultura; a Roberto Torres, director de Proyectos y Eventos Culturales; y a Sergio Aponte, director del Centro Histórico.
La verdad es que ya hasta perdimos la cuenta de cuántos despedidos se han registrado en el Ayuntamiento de Tlaquepaque desde prácticamente la primera semana de gobierno de la “Nena” Limón. Bueno, hay que decir desde antes de que asumiera el gobierno, pues recordemos que Jesús Reynoso, hoy secretario general del Congreso del Estado, decidió dejar el equipo ante la falta de entendimiento con la alcaldesa. Él asumiría el cargo de secretario general del municipio.
Pareciera que María Elena Limón está peleada con la cultura, pues además de correr a los tres directores anteriores, también “por sus pistolas” decidió suspender se desarrollara el Festival del Nacimiento y Tardes de Fantasía y Noches de Luna Llena, y estuvo a punto de bloquear la celebración del Festival de Muertos.
Incluso, en el portal de Tardes de Fantasía y Noches de Luna Llena, en Facebook, se lee lo siguiente:
“Aviso importante: por causas ajenas a nuestra voluntad, el equipo de Cociprotur anuncia que Tarde de Fantasía y Noches de Luna Llena se suspenden hasta nuevo aviso. Nuestro compromiso ha sido generar proyectos socioculturales de alto impacto para nuestra comunidad. Gracias por su aceptación. Nuestros artistas siguen motivados, el turismo y público en general también. Así es que esto es un compromiso… Volveremos”.
Se sabe que no son pocos los trabajadores municipales que confiesan que prácticamente trabajan “en el infierno” por el clima laboral que enfrentan, pero por la necesidad de cuidar y mantener su trabajo guardan silencio y no denuncian públicamente las irregularidades o despidos injustificados.
Otros, de mayor nivel, confiesan que no hablan ni se enfrentan a la alcaldesa porque buscan no afectar la marca de Movimiento Ciudadano, como se los ha pedido el propio Enrique Alfaro.
Así de candente sigue el ambiente en el Ayuntamiento de Tlaquepaque, donde para María Elena Limón García… nomás sus “chicharrones truenan”.