El viernes anterior, escribí el siguiente Twitter:
“Anoten y no lo olviden: En #Zapopan el #PAN tiene a sus principales enemigos dentro de sus filas. Trabajan a favor de los alfaristas…”.
Desde hace ya varias semanas atrás, era un secreto a voces de que no eran pocos los panistas que se mantenían como “caballo de Troya”: desde el interior de Acción Nacional hacían labor a favor del Partido Movimiento Ciudadano y su candidato a la presidencia municipal. Mantenerse dentro del PAN y no renunciar a su militancia, dicen, era parte de la estrategia para debilitar al partido desde dentro y beneficiar al externo.
Hay quienes le han puesto nombre y apellido al verdadero “cerebro” detrás de esta estrategia: Eduardo Rosales Castellanos, ex dirigente estatal del PAN y quien  decidió ya no reafiliarse al partido, lo que no le ha impedido ser asesor de la dirigencia estatal y mantener una estrecha relación con quienes fueron sus colaboradores en el comité estatal.
Y como operadores de Rosales Castellanos a favor del partido alfarista han señalado, entre otros, a los hermanos Rodríguez Jiménez, Ricardo y Gerardo. El primero, ex secretario general del PAN con Eduardo Rosales, terminó por sumarse desde el Congreso a las filas naranjas de las que ahora es candidato a regidor. El segundo, aun panista, crítico de su dirigencia municipal y quien ahora ha salido a pedir el “voto útil” a favor del candidato alfarista a la alcaldía del que su hermano Ricardo es escudero.
Para nadie es desconocido que son panistas y ex panistas los que le han armado la campaña y operado al abanderado alfarista a la presidencia municipal, pues ni él ni su partido naranja tienen la estructura suficiente para sostenerla. Son panistas y ex panistas quienes le han hecho el trabajo electoral al Partido Movimiento Ciudadano en busca de la alcaldía de Zapopan.
Y quizás todo era cuestión de tiempo para que algunos de esos panistas salieran del “caballo de Troya” y dejaran al descubierto su verdadero rostro, como ya lo hizo el regidor Gerardo Rodríguez Jiménez, quien en un desplegado publicado en un diario local y utilizando el logo oficial del PAN e identificándose como “Integrante del Comité Directivo Estatal en Jalisco e integrante del Comité Directivo Municipal en Zapopan, del Partido Acción Nacional”, hace “un llamdo a la reflexión por el bien común” y sin vergüenza ni rubor alguno considera que “es momento de discutir la posibilidad de sufragar en favor del único proyecto ético y congruente que puede ganarle al PRI: el de Pablo Lemus”.
Lo que ayer hizo Gerardo Rodríguez Jiménez había sido advertido “en corto” por varios panistas de Zapopan que sin embargo, al parecer, nada hicieron por poner a tiempo al descubierto su verdadero propósito.
Rodríguez Jiménez no es el primero en pedir el voto por los “naranjas”, enfundado en su ahora disfraz azul. En la elección para gobernador, lo mismo hizo otro zapopano: Raúl Octavio Espinoza Martínez.
El PAN Zapopan ya se desmarcó de la postura de Gerardo Rodríguez y asegura que éste faltó a la “disciplina partidista con su publicación” -como si eso fuera importante para el regidor-, y advirtió que solicitarán el procedimiento sancionador que corresponda de acuerdo a los estatautos. Y agrega el comunicado panista:
“Que es pertinente clarificar que el señor Rodríguez Jiménez, con su publicación, solamente evidencia su deseo de gestionar sus propios intereses personales y económicos, habida cuenta que su hermano está postulado como candidato a Regidor en
la planilla de un partido político distinto, para la que pide el apoyo el autor del desplegado”.
A lo anterior, Gerardo Rodríguez respondió en un tuit, con todo el “sabor” alfarista : “Cuando no tienen elementos para aceptar una invitación a reflexionar, enseguida vienen las mentiras”.
No me queda otra cosa que recordar -porque aun hay más panistas dentro del “caballo de Troya”-, lo que escribí en Twitter el viernes:
“Anoten y no lo olviden: En #Zapopan el #PAN tiene a sus principales enemigos dentro de sus filas. Trabajan a favor de los alfaristas…”.