Uno de los efectos de que el PAN perdiera el poder en Jalisco y en el gobierno federal fue el paso de tantos políticos panistas al desempleo, muchos de ellos sin talento como sobrevivir fuera del presupuesto público.
Con el paso de los meses, muchos de ellos se han dado cuenta de que no saben ganarse la vida fuera del gobierno, o han tenido que bajar radicalmente su nivel de vida. Varias generaciones de políticos del PAN en Jalisco prácticamente pasaron de la universidad al gobierno, por lo que la mayoría de ellos nunca desarrolló una vida profesional en el sector privado ni el talento para ser empresarios.
El otro problema para estos panistas que no saben cómo ganar dinero fuera del gobierno, es que ven muy lejos que el PAN pueda volver a ganar pronto la mayoría, y su desesperación por recuperar el poder político y todos los beneficios que vienen con él los hace buscar el camino más corto para volver a gozar de influencia política, nómina, negocios ligados a la corrupción, vehículos oficiales, escoltas, viajes, etcétera.
Por eso estos desesperados políticos panistas están viendo en Enrique Alfaro y en su partido Movimiento Ciudadano su regreso a los beneficios lícitos e ilícitos del poder público. Y por eso las biografías personales y los principios pasan a segundo término.
Lo cierto es que estos políticos en realidad nunca fueron verdaderamente panistas, ni hoy son alfaristas ni emecistas, ¡porque siempre fueron y seguirán siendo presupuestistas!