Si juzgáramos por el tiempo que le dedica a sus sobremesas el Secretario General del Gobierno de Emilio González Márquez, podríamos considerar que en Jalisco no hay problemas por resolver.
Recién llegado de un viaje por Europa, el viernes pasado se vió a Fernando Guzmán Pérez Peláez comiendo muy relajado en el restaurante La Porteña.
Agotados los platos, el Secretario General de Gobierno encendió uno de sus ya acostumbrados habanos e inició la sobremesa con toda la calma que un buen tabaco merece.
Pero un cigarro no fue suficiente y Fernando Guzmán encendió un segundo habano ya iniciada la noche, con una calma que predecía que ya no volvería a su oficina.
Como si en Jalisco no hubiera problemas por resolver.