Por Julio César Hernández

Si en los partidos políticos la lucha por las precandidaturas se han desatado, en el Poder Judicial las “calenturas” por la sucesión no son menores. El día último de diciembre habrá de renovarse la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia, que ocupa el magistrado Celso Rodríguez González y quien estará pensando en la posibilidad de buscar o no la reelección.

A diferencia de las épocas gloriosas del PRI en donde bastaba la decisión del gran Elector para definir quien sería el presidente del Poder Judicial, hoy las cosas son diferentes. Ahora la lucha por la presidencia del Poder Judicial se da entre algunos grupos de los que forman parte los magistrados y esta ocasión no será la excepción.

Si bien años atrás la identificación de los magistrados era mayoritariamente con el grupo del ex gobernador Guillermo Cosío Vidaurri y del ex presidente del Tribunal, Jorge Humberto Chavira Martínez, a raíz de los gobiernos panistas se han involucrado otros grupos políticos que no necesariamente son del Gobernador.

Además del nombre del magistrado presidente Celso Rodríguez, otros que en los corrillos del Poder Judicial empiezan a mencionarse como probables aspirantes a sucederlo son: Javier Humberto Orendáin Camacho, magistrado de la Quinta Sala en Materia Civil, y Carlos Raúl Acosta Cordero, magistrado de la Tercera Sala en Materia Civil. Los tres son identificados como parte del mismo grupo, el cosiísta-chavirista.

Otro grupo que tratará de impulsar a los suyos es el del ex gobernador Francisco Ramírez Acuña -¿aquí también?-, y entre cuyos aspirantes se identifica a Manuel Higinio Ramiro Ramos, magistrado de la Sexta Sala en Materia Penal y ex presidente del Tribunal, y a Juan José Rodríguez López, magistrado de la Octava Sala en Materia Civil.

Y, por último, se asegura que el Grupo Universidad también estaría jugando en esta sucesión con la promoción del magistrado Jaime Gómez, presidente de la Primera Sala en Materia Penal.

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