Más que preocupante debe ser para Jalisco y los jaliscienses lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró el pasado miércoles en la rueda de prensa mañanera: “El gobernador de Jalisco está en contra de nosotros…”.

Sí, es cierto, también incluyó a Jaime Rodríguez “El Bronco” y a Francisco Cabeza de Vaca, gobernadores de Nuevo León y Tamaulipas, respectivamente, entre los que están en contra de él y de su gobierno. Pero deben ser los neoleoneses y tamaulipecos los que deben valorar la mención de sus Mandatario por parte del presidente López Obrador.

Sin embargo, aquí en Jalisco es de llamar la atención el cambio de tono de Andrés Manuel hacia Alfaro Ramírez. Y eso no es un buen augurio…

Anteriormente, López Obrador afirmaba que entre él y Enrique Alfaro había “diferencias” y las consideraba como algo normal y hasta sano en un país democrático. Pero ahora dejó atrás lo de las “diferencias” y subrayó que el gobernador de Jalisco estaba en contra del presidente de la República y su gobierno.

Palabras mayores, sin duda…

El miércoles, López Obrador dijo: “Hay gobernadores en contra de nosotros, como el de Jalisco o el de Nuevo León o el de Tamaulipas, pero es normal (…); pero el pueblo es el que pone y quita… ¿Cúando? pues en las elecciones…”.

Ayer, entre el presidente de la República y el gobernador de Jalisco había “diferencias”, distintas formas de ver las cosas, un asunto donde uno u otro podía tener o no la razón; hoy, entre Andrés Manuel López Obrador y Enrique Alfaro hay una “guerra”; hoy es uno en contra del otro, donde como en toda “guerra” hay un ganador y un derrotado. Y eso trae consecuencias.

En un enfrentamiento, en una “guerra”, entre el presidente de la República y un gobernador, ¿quién sería el ganador y quién el derrotado? Y en un escenario así, ¿quién o quiénes serían el o los que pagaría(n) las consecuencias?

El miércoles mismo, López Obrador recordó que los gobernadores aliancistas piden más dinero (en el Presupuesto de Egresos para el 2021), ¿y qué y cómo les respondió?. Dijo: “Lo que diga mi dedito”, moviendo su dedo índice de un lado a otro y agregó: “No, no les vamos a dar más dinero…”.

Así, de manera directa, el presidente auguró que los mandatarios integrantes de la Alianza Federalista no tendrán ni un peso más de lo que ya se establece en dicho presupuesto para el año próximo, fracaso al que se suma la decisión de la Suprema Corte de no suspender la desaparición de los fideicomisos como lo solicitó Alfaro en la controversia constitucional que interpuso.

¿Qué otros “platos rotos” pagarán Jalisco y los jaliscienses en este empeño del gobernador Alfaro por enfrentarse a López Obrador?

Reitero: el presidente de la República ya no habla de diferencias entre él y el gobernador de Jalisco, sino de una postura abierta y frontal de Enrique Alfaro en contra de Andrés Manuel López Obrador. Y esto, indiscutiblemente, tiene un alto costo que habrá qué pagar.

Y si no, al tiempo…