El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, acabó de golpe con cualquier expectativa y especulación: No harán alianza con el partido Movimiento Ciudadano en las elecciones locales del 2021.

“Se negaron a escuchar a la sociedad que pedía sumar esfuerzos. Nosotros pedimos que construyéramos causísticamente también, pero ellos de forma constante se negaron. Se negaron a construir en lo federal, curiosamente, porque parece que tienen un pacto con Morena”, acusó el dirigente panista al periodista Carlos Loret de Mola.

Y remató:

“Pero eso sí, les interesaba construir en lo local. Y por eso hemos dicho: El PAN no irá con Movimiento Ciudadano en ninguna elección en lo local. Y es el caso de Jalisco. Nosotros pedimos ahí que fuéramos coaligados en los distritos federales, que son 20, y entonces bajo esa lógica ya podíamos construir en lo local…”.

Pero a la acusación de Cortés Mendoza de un presunto “pacto” de Movimiento Ciudadano con Morena, se sumó el dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, quien le declaró también a Loret de Mola que “veo a Movimiento Ciudadano como esquirol de Morena, porque le hace el juego al partido y a la bancada (legislativa) oficial”.

A la acusación del gobernador Enrique Alfaro Ramírez de que detrás del dirigente priista “hay intereses poderosos que le hacen el juego a Morena”, el aludido respondió:

“Nosotros construimos una coalición, está en los hechos y no en los dichos. Los que hoy dejan claro con hechos es que no están con el país, que no están con México y que no quieren apoyar el respaldo (sic) para construir una coalición y una nueva mayoría porque no quieren estar en la coalición; y lo único que quieren es servir de esquiroles para pretender dividir el voto en algunos distritos”.

Todo parece indicar que en Movimiento Ciudadano sabían ya o sospechaban que el PAN rechazaría cualquier posibilidad de ir en alianza parcial, flexible o total con ellos en la elección de diputados locales y presidentes municipales en Jalisco, como sucedió en 2018, y quizás por eso se “curaron en salud” en el pasado Consejo Estatal en el que los dirigentes nacional y estatal, Clemente Castañeda y Ricardo Rodríguez, se ufanaron de que podían ganar las elecciones solos, sin alianza o coalición alguna, aunque dejaron abierta la posibilidad de aliarse con otras fuerzas políticas.

Sin embargo, seguramente en MC confirmaron que eso no sucedería con el PAN cuando éste rechazó ir en alianza con ellos en la candidatura al gobierno de Nuevo León, razón por la que el diputado local Luis Donaldo Colosio Riojas declinó a su aspiración de ser candidato a ese cargo, presumiendo que sin dicha alianza era imposible ganar.

Y quizás también por eso, fiel a su estilo, Alfaro Ramírez abrió “metralla” contra Cortés y “Alito” Moreno cuando la semana pasada le declaró a Loret de Mola que a estos dos dirigentes “lo único que les importa son las plurinominales (y) ver cuántos diputados les toca a sus partidos”.

De Marko Cortés, dijo en lo particular que era “un dirigente que ve la política desde el escritorio en la Ciudad de México”, mientras que de “Alito” Moreno señaló que detrás de su dirigencia “hay intereses poderosos (…) que le hacen el juego a Morena”. Y descalificó la alianza tripartita al decir que “es un mensaje terrible y es hacerle el juego a quienes hablan de la mafia del poder y de que la ambición del poder público puede más que cualquier tipo de principio o convicción…”.

Si bien en política “nunca debe decirse nunca”, por lo pronto el PAN ya oficializó que -parafraseando al mismo Alfaro- con Movimiento Ciudadano, en el 2021, no van “ni a la esquina”.

Y por supuesto que nada deben de estar disfrutando más en Palacio Nacional y en la casona blanca, sede de Morena, en la alcaldía de Iztacalco, que el enfrentamiento entre el binomio PAN-PRI contra Movimiento Ciudadano, y como se acusan unos y otros de ser “esquiroles” del partido del presidente López Obrador.