Redacción
Su obsesión por gobernar para los medios de comunicación -y no para resolver los problemas de la comunidad tapatía- llevó de nueva cuenta al Presidente Municipal Jorge Aristóteles Sandoval Díaz a encerrarse en su propio laberinto.
Luego de un reportaje aparecido en el periódico MURAL (15 de agosto 2010), en que se denunciaba que en Guadalajara se ejerce públicamente la prostitución infantil, Aristóteles Sandoval y su director de Seguridad Pública Servando Sepúlveda Enríquez montaron un operativo con fines estrictamente mediáticos para aparentar una preocupación por los niños y niñas sexoservidores.
Pero el operativo, que no llevaba consigo una estrategia de fondo para sacar a los menores de la prostitución sino el de hacer un simple espectáculo mediático, se llevó entre las patas a mujeres adultas dedicadas a la prostitución y a clientes de éstas, quienes fueron exhibidos en fotografías y videos tomados por los reporteros de los medios de comunicación que fueron invitados al espectáculo montado por la policía y el gobierno tapatíos.
El allanamiento de viviendas, cines, hoteles y la exposición pública de adultos que nada tenían que ver con la prostitución infantil está por meter a Aristóteles Sandoval y a su gobierno en un grave aprieto.
Alrededor de 60 sexoservidoras (la prostitución no es un delito) presentaron ya una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, luego de las evidentes violaciones a sus más elementales derechos.
Ahora, Jorge Aristóteles Sandoval tendrá que enfrentar un nuevo escándalo en su gobierno, mientras crece la sensación en la opinión pública de que su administración es de mucho ruido y pocas nueces.