Gilberto Pérez Castillo

La reacción de los priistas en contra de la pretensión de Carlos Briseño Torres, el Rector General de la Universidad de Guadalajara, de convertirse en el candidato del PRI a Gobernador del Estado en el 2012 se dejó sentir este sábado en el informe del Senador Ramiro Hernández García.

Al no haber aún otro aspirante visible para la candidatura del PRI a Gobernador para el 2012, Ramiro Hernández logró aglutinar en su ceremonia del informe de sus actividades legislativas a buena parte de los priistas que no ven con buenos ojos que Briseño Torres trate de apoderarse del partido y, desde ahora, de la candidatura gubernamental.

Por eso muchos priistas, provenientes de distintos municipios del estado, abarrotaron el salón donde el Senador rindió su informe y se dejaron ver al lado de Ramiro, para dejar en claro que el Rector y sus seguidores habrán de enfrentar una dura batalla dentro del PRI por la tan anhelada candidatura.

En esta polarización que empieza a darse, se vislumbra que el corto plazo habrá una clara pugna entre dos bloques: por una lado el Rector Carlos Briseño y sus aliados, y por el otro el Senador Ramiro Hernández y todos los priistas que están contra el proyecto briseñista.

Y esta gran pelea tendrá una primera batalla en la elección de los comités municipales priistas y un segundo gran enfrentamiento por las candidaturas que estarán en juego en el 2009.

Por los esfuerzos que muchos priistas hicieron para garantizar una alta concurrencia al informe de Ramiro Hernández, y por la actitud que la mayoría tomó en dicha ceremonia, puede concluirse que al Rector Carlos Briseño, quien es tan aficionado a sembrar vientos, le esperan una pronta cosecha de tempestades.